Archivos Mensuales: septiembre 2011

La virgen de plástico: Apuesta por el cómic europeo

…y digo Europeo por no decir directamente francés, que es de donde ya estamos acostumbrados que venga el 75% del cómic europeo, obras todo sea dicho, de una madurez y calidad extraordinarias. Con el curioso nombre de «La virgen de plástico» se nos presenta una obra que aborda con cercano humor la dificultad que genera la convivencia entre tres generaciones y a pesar de que está ambientada en algún punto de Francia, cuenta una historia que podría ocurrir perfectamente en cualquier pueblo del interior de España. Yo al leerla me he llevado una grata sorpresa y ha habido momentos en que este sorprendente cómic me ha resultado muy familiar, no tanto por el argumento lógicamente, pero sí por las escenas divertidas y caricaturescas que se producen en algunos momentos del mismo.

El original argumento gira entorno a una abuela muy devota que regresa a casa después de ir a Lourdes y un abuelo profundamente comunista componen la primera generación de esta familia, que convive en un viaje constante entre la cohesión y el enfrentamiento. Es una comedia humana en toda regla, una obra ambientada en una provincia cualquiera del interior de la Francia de ahora mismo, en el seno de una familia, los Garnier ( no los del champú 🙂 ), tan funcional o disfuncional como cualquiera, y donde los principales conflictos parten del antagonismo entre los suegros: un matrimonio de ancianos donde él es un rancio y cabezón comunista convencido que reniega de todo sentimiento religioso y ella una devota incondicional de la Virgen de Lourdes.

El conflicto principal alrededor del cual se construye el relato da comienzo con el regreso de la mujer del viaje de peregrinación a Lourdes en compañía del párroco y otros feligreses de la tercera edad. A su vuelta, la señora se trae consigo como souvenir una figura de plástico de la Virgen rellena de agua bendita, que coloca enseguida sobre el televisor pasa a decorar el salón para enfado de su esposo. Pero lo que en un principio no iba a pasar de ser un altercado familiar se complica mucho más cuando la figura parece empezar a llorar sangre. La religión no es un tema que preocupe durante el relato y en buena parte no deja de ser una excusa para reflejar y estudiar los comportamientos dentro del seno de una familia tipo de la clase media-baja contemporánea; un grupo humano integrado por varias individualidades, cada una con sus propias preocupaciones: el matrimonio que tiene que bregar con los padres de ella, el típico cuñado listo y aprovechado y su interés por el fútbol, o los citados intereses, absolutamente dispares, del matrimonio de ancianos, sirven como motor de arranque de varios conflictos con los que te identificas en todo momento. En un pueblo en el que los prejuicios y los chismes están a la orden del día, la familia Garnier tampoco pasa inadvertida, ni tampoco los gritos y las peleas que se escuchan con fuerza a pie de calle.

La Virgen de plástico ha sido creado por dos autores consagrados en el mundo de la historieta francesa, Pascal Rabaté y David Proudhomme, y está editado, como no, por NORMA, un sello que apostó por la calidad de formatos y contenidos una vez tuvo que enfrentarse a la desaparición en su porfolio de las línea DC y Marvel, adquiridas a golpe de talonario por el Grupo Planeta. Ha recibido también el Premio Esencial del cómic de Angoulême en 2008 y tiene la peculiaridad de no pertenecer a un género con un público muy marcado.

Cocer y Cantar: Cookies de chocolate y almendra

Abrumado ante las cientos, miles, millones diría yo, de peticiones que he recibido para que publique como hago las cookies de chocolate, por fin me he decidido a plasmarlo en un post aprovechando la última hornada recién salida de la factoría. Bueno, hablando ya en serio os diré que es una receta muy sencilla y sobre todo, muy agradecida. Primero porque si tenéis críos por casa, se lo pasarán bomba ayudando a hacerlas, y segundo, porque en el momento que se empiezan a hornear, la cocina se convierte en un improvisado ambientador que te perfuma toda la casa a vainilla y mantequilla, y esto para los que padecemos el mal del «hambre perpetúa» pues como que nos alegra el día :-). En fin, puestos en materia, comentaros que los ingredientes son prácticamente los mismos que se utilizan para hacer la masa del helado de vainilla con cookies y los pongo a continuación:

Ingredientes para las galletas:

  • 125 g de mantequilla
  • 180 g de harina de fuerza
  • 100 g de azúcar glas
  • 75 g de almendras tostadas y saladitas (como las de los bares)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 80 g de cubitos de chocolate negro con almendras

Ingredientes para las cookies

La cosa es bien sencilla: Picamos las almendras para convertirlas en trocitos. Seguidamente,  me tocó también pasar por la picadora el ázucar ya que no tenía del tipo «glas», y para que en la pasta quede los más integrada posible, esto es una solución intermedia que nos puede servir perfectamente. A continuación ponemos en un bol  la harina, el azúcar, la esencia de vainilla, la sal y la mantequilla en daditos y que previamente hemos dejado un rato a temperatura ambiente para facilitar lo que viene de seguido, que es la mezcla de todo hasta que se convierta en una masa consistente que no deja restos pegados al bol. Calma con ella. Remangaos los dos brazos y con ambas manos trabajadla que al final termina ligando (ella, yo ya no ligo 😛 )

Masa de las galletas ya trabajada y lista para volver a mezclar

En ese momento, yo aprovecho para incorporarle los cubitos de chocolate y la almendra picada. En cuanto al chocolate, lo bueno de los  “cubitos”  que estoy usando es que aparte de tener también almendra incorporada, no funden en el horno, con lo que el aspecto de la cookie es el que debe ser y no una extraña mezcolanza. También se que hay quien le gustan más con nueces, pero yo soy más de almendras, pero como siempre digo, para gustos colores y las recetas son absolutamente libres de manipular, re-adaptar y acoplar a lo que sea. La masa de galletas es muy muy fácil de hacer pero hay que tener un poquito de paciencia en el amasado y posterior mezcla. Una vez los «tropezones»  se han incorporado correctamente, ponemos la masa en un platito, cubrimos con film y reservamos un par de horas en la nevera en la parte mas fría… ¿Por qué? Pues porque a la hora de introducir en el horno, nos interesa que la galleta este lo más compacta posible pues ayudará a que mantenga su forma final.
Bueno, una vez tenemos la masa fresquita, preparamos 2 bandejas de horno y vamos incorporando las cookies. Con la cantidad de ingredientes, salen aproximadamente 24 galletas. La cosa va tal que así: Cortamos una pequeña porción, con la mano, le damos forma de bolita como si fuera una albóndiga y la ponemos en la bandeja del horno aplastándola para darle la forma característica de las galletas pero ¡ Importante! Solo 12 por bandeja ya que en el horno, la masa se expande bastante y hay que dejarle espacio a cada una para que se hagan correctamente. Después de poner la masa y darle forma, la terminamos de cubrir con un poco de almendra y cubitos de chocolate que presionaremos ligeramente encima de cada galleta. El resultado pre-horno debería ser algo así:

Bandejas preparadas para entrar en el horno

Y ahora es cuando viene lo mejor 😛 Para estas cantidades y proporciones, el horno debe de estar a 180º en posición «aire», sin calor superior ni inferior. Esto lo hago para que se reparta de la forma más uniforme posible y el tiempo, muy importante también, no debería superar nunca los 20 minutos. En mi caso, las tuve 18 minutos + 2 más con el horno apagado. Están muy buenas, pero he estado pensando que hubieran quedado menos tostaditas e igual de ricas si hubiera utilizado la combinación 14 minutos de horno + 2 de horno apagado.  Este es el resultado:

…bueno, y después del trabajo dicen que llega la recompensa 🙂

En fin muchachada, entre la familia y los compis de la oficina lo que se ve en la foto prácticamente ha desaparecido. Siempre termino comentando cosas que una vez hecha la receta cambiaría, y en este caso, a parte del tiempo de horno, también cambiaría la cantidad de mantequilla, reduciéndola unos 25 gr, en la lista de ingredientes ya está corregida pero yo utilicé unos 155 gr y no me acaba de convencer, aunque a la legión de golosos (yo el primero) este detalle como que les da un poco igual y todo va»a la saca» igualmente jejeje 🙂 .