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Bar Restaurante KALIFA en Novelda (Alicante)

La verdad, da gusto conocer sitios nuevos y si soy mas sincero aún, diré que da mas gustico conocer sitios nuevos si además te lleva de la mano amigas tan fantásticas como «las chicas de la Cruz Roja de Novelda», como yo las llamo, por su vinculación a la Presidencia y Junta de esta entidad que tan fenomenal trabajo lleva a cabo en esta población del valle del Vinalopó. Un grupo de amigas inseparables formado por Belén, Yolanda, Ana y las dos Susanas 🙂 Una suerte tener unas anfitrionas de este nivelazo cuando uno visita su localidad. En un principio y aprovechando la Ruta Gastronómica «De Tapas por Novelda» la idea era hacer unas cuantas paradas en distintos establecimientos para poder degustar las variopintas propuestas, pero al final, la cosa mutó un poco, tomando algunos pintxos fuera de ruta en el Barbareko (El bar del primo 🙂 ) para posteriormente dirigirnos a un restaurante local que les encanta: El Bar-Restaurante Kalifa.

Kalifa, Menú y TicketEl mismo se encuentra ubicado en la carretera que lleva al precioso Santuario de esta población. Tanto exterior como interiormente no esperéis un sitio que os pueda atraer por su estética, decoración o mobiliario. No. Estamos hablando de un bar tradicional mutado a restaurante, o viceversa, como queráis verlo. A este sitio se viene a comer. Punto. Además, me cuentan que muy bien y con una relación calidad precio extraordinaria. Vamos a comprobarlo. Es viernes y la propuesta para aportarle calma al estómago es un Menú compuesto por 4 Entrantes a criterio y disponibilidad de la casa ese día. Continua con un Plato Principal a elegir entre diversas opciones como cerdo, pollo, panceta, embutido varios tipos de arroces y como pescados emperador o atún. Para finalizar, proponen Postre Casero, el café y dos bebidas por 15€. Adicionalmente a lo aquí expuesto, también permiten elegir como plato principal algunos otros por algunos €uros mas, como por ejemplo, un entrecot. La cosa pinta bien y ademas, destacaría algunos detalles como, por ejemplo, que el menú incluya dos bebidas, lo cual es bueno, y también que para los arroces solamente se necesite ser un mínimo de dos personas para poder pedirlos y no tener que ir a mesa completa como a veces pasa en otros establecimientos. Y hablando de arroces, me comentan que se hacen todos a la leña de sarmiento, y, sin que lo sepan, me acaban de meter un gol por toda la escuadra pues termina por decantar mi decisión. Otro punto a favor es que los postres son totalmente caseros, nada de artificios. En este caso somos 6 comensales y finalmente lo que pedimos como principales son dos paellas: Una de Conejo y Caracoles para 4 personas y otra de verduras para 2 personas. En el capítulo bebida, amén de unas cañas iniciales, se decantan en mesa por un tinto que sea Ribera del Duero. Como el que viene con el menú no acaba de convencer, lo que se pide es uno de las 2 referencias que se tienen a parte, siendo un Tarsus el elegido. 

Sobre el vino me gustaría hacer un pequeño kitkat y es que, está claro que sobre gustos no se puede discutir y menos si estás con unas anfitrionas que te dispensan tantas atenciones y cariño como hicieron conmigo, pero yo sin embargo, siempre que puedo, saco el estandarte alicantino a relucir y me gusta hacer patria de nuestros productos. Estábamos además en Novelda y el Vinalopó y creo que es un sitio excelente para reivindicar el vino de la zona, que nada tiene que envidiar al de otras D.O. y que hace gala de una calidad extraordinaria. Es cierto que yo no vivo allí y que es muy probable que la gente que sí lo hace quiera y necesite abrirse un poco a otras propuestas menos habituales. Solo era una reflexión, cierro el kitkat 🙂 

Entrantes kalifaLos Entrantes que llegaron fueron, por orden, los siguientes: En primer lugar, Ensaladilla. La opinión unánime de la mesa es que estaba muy rica, y así era. A mí personalmente me gusta mas la ensaladilla donde los trozos de variantes son perceptibles y no tanto la que tiene una textura mas parecida al «puré» como era esta. Sin embargo, el sabor estaba muy logrado y todo acompañaba. Muy rica. Acto seguido hizo presencia la, para mi, sensación de la jornada: Ñoras encurtidas rellenas de crema de queso (1 x pax). Riquísimas. A ver, misterio lo que se dice misterio no hay ya que los propietarios nos comentaron que es un producto que ya compran preparado y que rellenan a criterio. Vale. La sorpresa en este caso para mí fue la de que existiera este tipo de encurtido pues no lo conocía. Compro habitualmente en el puesto del mercado unas guindillas dulces también encurtidas pero nunca he visto ñoras y, francamente, están buenísimas. Están hidratadas en vinagre con azúcar y esto se transmite en cada bocado con carnosidad, recuerdos dulces y picos de acidez que, en este caso, fueron compensados con la crema de queso. Un bocado original y sorprendente. Seguidamente nos trajeron un plato de Pescadito Frito. Más que correcto. Un pescado de tamaño pequeño, bien frito y del que no pararías de comer. Para finalizar los entrantes, llegó a mesa el que me dijeron era uno de los platos top de la casa, el pulpo asado con ajo y perejil. Este pulpo tiene la peculiaridad de que al estar cocido pero rematado en plancha, guarda una textura exterior crocante pero gelatinosa y delicada en el interior. Estaba sublime y eso que en mesa se comentó que no era uno de los días que mejor les había salido. Un pulpo entero de tamaño medio fue lo que nos pusieron para compartir. Como digo, muy muy rico.

Arroz Conejo y Caracoles, Arroz Verduras y Flan Chocolate BlancoY pasados los entrantes, tocó el turno de los dos arroces. Lo primero a destacar es que la cantidad de ambos era generosa. Lo segundo el perceptible olor a sarmiento que desprendían. Lo tercero, que ambos estaban cortos de sal. Este detalle se comentó a la responsable de sala y nos dijo que era porque últimamente estaban siendo un poco mas cautos en ese sentido, prefiriendo quedarse cortos que pasarse. La verdad, el tema de la cantidad de sal es algo muchas veces complejo. Por lo demás, el arroz con conejo y caracoles estaba gastronómicamente hablando, que cosas, justo a medio camino entre el que se hace en la zona de Aspe y el que se hace en la de Pinoso. Lo comento porque en Aspe le ponen una cabeza de ajos, pimiento y hasta garbanzos, en Pinoso no le añaden nada de eso y este de Novelda llevaba el ajo y el pimiento. Si tuviera que quedarme con alguno me quedo con el de Pinoso porque para tener un sabor único y especial, no necesita ninguno de esos 3 elementos. Este arroz estaba muy rico, quizá pelín pasado de grano y esto último se debió a que el tamaño de la paellera para 4 personas era algo pequeño, por lo que hubo que incrementar el grosor de la capa de arroz, algo poco habitual en este tipo de arroces que se cocinan, como dice mi suegro, con «un grano sobre otro». Es posible que esa fuera la causa. Pude probar también el arroz de verduras, de cantidad muy generosa en paellera para dos, con un sabor acertado aunque dulzón por la citada ausencia de sal y con una textura de grano perfecta. Muy rico. En lo referente al postre la sensación de oir al camarero recitar los 10 tipos de flanes caseros de los que disponían fue absolutamente hemorrágica. Lo juro. A saber: Chocolate con leche, Chocolate puro, Chocolate blanco con avellanas, tres chocolates, de huevo tradicional, de queso con galleta, de turrón, de dulce de leche… ¡ÑamÑam! Por un momento estuve tentado por el de dulce de leche pero al final me decanté por el de chocolate blanco, y la verdad, me equivoqué porque la compi Yolanda lo pidió y la comparación fue odiosa: Mucho mas suave y cremoso. El mío algo mas ligero y con menos intensidad de sabor.

En fin, con los postres y unos clásicos chupitos de cremas y orujos cortesía de la casa terminó esta fenomenal comida. Buenas sensaciones confirmadas y en definitiva, un sitio que merece la pena volver a visitar y seguir probando especialidades. El coste final de esta comida fue de 20€ por persona tal y como reza el ticket y esto es por las dos botellas de vino fuera de menú que pedimos, si no, hubiéramos pagado los 15€ del menú. Realmente un precio sensacional.

Bar – Restaurante KALIFA

Paraje Molinos A 44 (carretera del Castillo km 2), 03660 Novelda

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Arrocería La Marina (Club de Tenis La Marina) de Alfaz del Pi

Arroz del Senyoret

Visita a Arroceria La Marina. Buscando sin planificación previa un sitio donde comernos un buen arrocito intentamos ir a un par de sitios a Benidorm pero fue misión imposible ya que a a pesar de que muchos de los visitantes ya se habían ido, la ciudad seguía igual de atestada que durante el finde y me ha resultado imposible aparcar en un lugar relativamente cercano a los 2 locales que teníamos intención de sondear, y además, luego hemos pensado que seguramente estarían ambos a partir con lo que hemos iniciado rumbo al Albir y antes de llegar, recordé una reciente crónica de mi amiga Eva María Graña sobre una arrocería que nos pillaba de paso y decidimos probar.

Lo primero a comentar es que el Restaurante está englobado dentro de un Club de Tenis con pistas de tierra batida homónimo y donde también se puede jugar al padel. Es un sitio rodeado de naturaleza, amplio, alejado del parking y donde los peques pueden jugar con alguna atracción (sin coste) como un castillo hinchable. Entrando en materia (y en el restaurante) nos comentan que hoy no tenían menú por ser festivo mientras pasamos al salón, de corte clásico clásico y que inauguramos con nuestra presencia (3 pax + bebé) si bien se fue llenando conforme avanzó el reloj. Mientras ojeábamos la carta pedimos 2 martinis rojos y una cañita, que fueron acompañados por unas olivas partidas caseras aliñadas con hinojo sensacionales. Como yo tenía bastante hambre me dejé llevar un poco y pedimos 3 entrantes y un arroz del senyoret para 3 igualmente. Creo que la elección fue errónea y al final os explico porqué.

Lo primero que llegó a la mesa fueron 3 panecillos muy ricos con alioli industrial y tomate rallado con acetite. En ningún momento nos preguntaron si lo queríamos o indicaron si tenían coste. Como ya he comentado en alguna ocasión, soy muy panero, así que en estas circunstancias yo no rechisto. Apareció el primer entrante: Ensalada con Ventresca y Pimientos, pero lo que llegó a mesa fue mas bien Tomate trinchado con ventresca. Buen aspecto y buen sabor pero a mi esto me jode, y lo hace porque yo no puedo comer tomate natural y entiendo que hay diferencia entre el concepto «ensalada» y el concepto «tomate trinchado» y para mi, lo que se ve en la foto no es una ensalada, así que me tuve que ‘joder’ y comer del plato como las gallinas, es decir, picando en plan ‘asquerosito’ y procurando coger trocitos de cosas que no tuvieran sabor ni hubieran tenido contacto con el tomate. Mi mujer y mi madre (el resto de comensales) comentaron que estaba muy bueno, y me alegro, pero no era la ensalada que me hubiera imaginado con su pimiento asado. De todas formas, el plato malo malo malo fue el siguiente: Revuelto de ajetes, setas y gambas. Como veis, yo lo hubiera definido mas bien como «Ajetes en aceite» porque es lo que era. El huevo ni estaba ni se le esperaba, las gambitas de bolsa de esas que cuando las hacen se quedan en nada, las setas escasas y todo el conjunto chorreando aceite de forma exagerada. Sinceramente, no recuerdo haberme comido un revuelto tan malo nunca… menudo comienzo, dos de dos. Todo esto lo mojamos con una clásico de los clásicos: Antonio Barbadillo que me pareció que a 9€ tenía un precio mas que correcto. Nada que objetar.

Por fortuna el resto fue para remontar y continuamos con unos mejillones al vapor mas que correctos (no hice foto con el cabreo del revuelto) y de tamaño medio-peque. Ración generosa y buenos de sabor, pero vamos, mejillones al vapor al fin y al cabo que si la materia prima es buena, requieren de poco misterio y preparación. En fin, menos mal que el arroz del senyoret compensó la tendencia mediocre-negativa y nos permitió disfrutar de la comida por fin. Lo sirvieron al centro de mesa por petición expresa nuestra y fuimos comiendo de la paellera. Eran 3 granos de grosor, un punto y temperaturas perfectos. Por si alguien no lo conoce, el arroz del senyoret (señorito) se llama así porque es como un ‘a banda’ pero tiene trocitos de gamba, sepia, calamar, etc… todo peladito para que ‘el señorito’ no tuviera ni que molestarse ni mancharse las manos ;). Yo repetí 2 veces, mi mujer también, mi madre casi y mi peque Leo que tiene 18 meses se lió la manta a la cabeza y cucharón en mano empezó a comer y no paraba ¡que risa nos hizo pasar! Fue la mejor señal para constatar que era un arroz sabroso,de cantidad considerable y realmente bien hecho. (11,50€ x pax).

Como he dicho, por una mala planificación por nuestra parte, el tiempo se nos echó encima y nos esperaban en otro sitio para una visita familiar, con lo que tuvimos que renunciar en esta ocasión al postre y al café, pero he de decir que la carta anunciaba que todos eran caseros y pude ver como a la mesa de al lado le sacaban un par de porciones de tiramisú y cheesecake y la pinta desde luego era muy apetecible. Os puedo comentar como conclusión que si vais, 2 o 3 personas, pidáis un único entrante, el arroz que mas os guste y un par de postres para compartir. Comeréis sensacional y muy bien de precio. Nosotros finalmente salimos a 26€/pax (pero sin postre ni café) siendo el total de 78,50€. El IVA estaba incluido en los precios (bien) pero si hablamos del pan y sus técnicas de ‘endosamiento’, aquí nos cobraron a 1,50€/pax sin anunciar ni especificar como he dicho. Espero que estos detalles mas propios de una hostelería viejuna que de una que quiere realmente evolucionar se vayan corrigiendo.

Logotipo, Alioli y tomate, Trinchado con ventresca, ¿revuelto?, Arroz del senyoret y ticket

XIII Encuentro Gastronómico Restaurante Alfonso Mira de Aspe

Detalle salones

He de decir que fue un auténtico placer poder formar parte del XIII Encuentro Gastronómico del Restaurante Alfonso Mira de Aspe en su jornada del sábado 8 de marzo. No hacen falta muchas excusas para acercarse a disfrutar de este evento y gozar de las manos de todos cocineros y amigos que Alfonso es capaz de congregar, y en mi caso, la excusa para acercarme este año fue la amable invitación que desde la organización me hicieron para participar en una nueva actividad que se incorporaba en las jornadas: Las sobremesas, unas mesas redondas para hablar abiertamente y tratar temas tan variopintos como el de la Comunicación como forma de Excelencia en la Gastronomía. Por si esto era poco, además contaba con el aliciente de estar acompañado por mis amigos Antonio Llorens, Félix Cardona y por la omnipresente y GastroRubia Garbancita, así que la jornada prometía emociones.

Encuentros gastronomicos AM

Llegamos sobre las 13:45h al Restaurante y enseguida recibimos las amables atenciones de Ana Pérez, la relaciones públicas del Restaurante y perfecta anfitriona. Mientras llegaba toda la gente (unos 170 comensales) la jornada comenzó en los exteriores de los salones con un espectacular showcooking  a cargo de Alfonso Mira en forma de Arroz con Conejo y Caracoles. Aquí llego mi primera sorpresa ya que observé cómo se le incorporaba garbanzos y tiras de pimiento morrón a este arroz, cosa que yo no asociaba en absoluto. Claro, yo este arroz lo he comido en El Pinòs y no lo lleva. ¿El resultado? Pues correcto para ser un arroz para 30 raciones completas y que se sirvió a modo de aperitivo junto a otras pequeñas ambrosías y bocaditos.

Arroz con conejos y caracoles al sarmiento

Aproximadamente sobre las 15:00h pasamos a los salones y un cuarto de hora después, se nos presentó la jornada por parte de Teo Mira, el jefe de sala y subieron al escenario los 3 cocineros que protagonizarían el menú para que explicaran sus respectivas creaciones. Así pues, se dio paso a Alfonso Mira, Joaquín Baeza Rufete y el repostero Rubén Álvarez, que nos dieron pinceladas del excelente menú que nos esperaba, y cuyo coste estaba valorado en 37€, que incluía el aperitivo y refrescos inicial, menú de 6 platos, un prepostre, un postre y maridaje de vinos correspondiente con cafés y digestivos. Un precio barato para todo lo que se vivió allí.

Alfonso Mira, Joaquín Baeza, Rubén Álvarez

Tras los cocineros, subió al escenario el sumiller David Doñate que nos habló de las peculiaridades de los vinos que íbamos a tomar, una selección que consistió en: Un Blanco Tarima con macabeo y moscatel, un Blanco espumoso de Dominio de la Vega, un Tinto crianza Tarima Hill con monastrell y para los postres, un Blanco dulce Casta Furtiva Lágrima de moscatel. Quedaba pues clara la apuesta por los caldos alicantinos, de lo cual me alegro muchísimo, pues como muchas veces comento, nos podemos dejar los complejos en casa cuando hablamos del vino de Alicante.

Vinos y detalles en mesa

El inicio de la comida se fue a las 15:40h, si bien hay que decir que una vez iniciada esta los tempos fueron perfectos. Por fin empezaron a desfilar los platos y el primero fue una  alcachofa al natural de Baeza Rufete con jamón vegetal, que eran hongos liofilizados que le aportaban los matices de sabor salado a la alcachofa. Un buen entrante al que como ‘pero’ le podríamos poner que estaba servido en un plato tan chulo que dificultaba un poco el uso del cuchillo y tenedor, pero por lo demás, muy rico.

Alcachofa con jamón vegetal

Continuamos con una de las sensaciones de la jornada y que a todos nos pareció una creación soberbia: Un carpaccio de Alfonso Mira de manitas de cerdo con gamba de Santa Pola, praliné de piñones y aceite de boletus, sencillamente espectacular. Nos explicaron que las manitas se deshuesaban, se rellenaban con la gamba, se confitaban al vacio y se cortaba en finísimas lonchas que se acompañaba de piñones y del aceite de boletus. Las sensaciones en boca eran brutales y el sabor que dejaba el conjunto era único. Un plato que si no lo está, merece que se incorpore fijo en una carta.

Carpaccio de manitas y gamba de Santa Pola

Le siguió otro plato de Alfonso, una vieira asada con yema y su crema de patata y trufa. Un plato resultón y de sabor impecable en el que la crema era incorporada al plato una vez este había sido servido al comensal. La vieira con un punto de tueste reseñable y un agradable sabor tostado.

Vieira con yema

Continuamos con una creación de Joaquín Baeza con rollo trampantojo: Roca negra de bacalao con alioli de azafrán. Se nos recomendaba por parte del personal asistente en mesa que nos la comiéramos con la mano y experimentáramos las texturas. Y eso fue lo que hicimos y lo que encontramos fue que aquello que parecía una piedra de origen volcánico, era realmente un blandito buñuelo relleno de brandada de bacalao y patata. Rico de sabor, temperatura idónea y en definitiva, un experimento sabroso y divertido.

Roca negra de bacalao

El plato que continuó pertenecía al porfolio de Alfonso Mira y fue un arroz meloso de verduras y lechola, que estaba procesada con clara de huevo y cocida en el propio caldo del arroz, lo que le daba un aspecto cercano a las clásicas croquetas alicantinas de bacalao y también recordaba, con sus diferencias claro, al sabor de esta debido al perejil, riquísima y muy jugosa.  El arroz tenía un punto perfecto, yo quizás lo noté un pelín corto de sal, pero entiendo que esto es mas una virtud que un defecto, porque si te pasas no hay remedio. Mis compañeros de mesa lo encontraron correctísimo de sabor no obstante.

Arroz con verduras y lechola

El último plato antes de dar paso al dulce fue de Baeza Rufete y consistió en costilla de Teruel deshuesada que había estado cocinándose 24h a 72º con un arnadí (calabaza y boniato asado) y  un crujiente de pimienta de Sechuan, todo ello salseado con una melaza dulce. Otro plato sensacional que a mi juicio, de lo único que pecaba era de un poco de exceso de dulzor, pero el contraste de la costilla, el arnadí, el crujiente de pimienta y la salsa en boca era un placer. Algunos compañeros de mesa notaron la costilla algo seca, pero a mi no me lo pareció. Un gran conjunto con un aspecto magnífico y que sirvió de excelente preámbulo al prepostre.

Costilla de Teruel a 72º

Con los postres llegó la revolución y es que personalmente no conocía a Rubén Álvarez, del proyecto 33/35 para helados y chocolates de Novelda, pero si sigue haciendo cosas como la de este menú, difícilmente lo podré olvidar. Es un joven profesional pero lleva más de 18 años de bagaje internacional y ahora vuelve a su tierra y se convierte en profeta con méritos merecidos: Imaginación, creatividad, originalidad y sobre todo, mucha sencillez y humildad, y eso me gusta mucho. Su prepostre llamado POMA consistió en una crema de aguacate, cremoso de chocolate blanco y te verde, brotes de mostaza, sorbete de manzana verde, bastones de granny Smith e infusión en frio de tomillo. Brillante, atrevido, sabores perfectamente identificables, texturas memorables y el aguacate como hilo conductor de un conjunto sensacional. Yo temía que a priori, la infusión de tomillo se comiera todo el conjunto pero Garbancita ya me advirtió que si la infusión era fría, los aceites esenciales del tomillo no se liberaban al uso y el sabor sería notablemente mejor (vamos, ni zorra) y así fue. De verdad que fue algo significativo ver como después de haber pasado por 6 platos impecables, la mesa entera levantaba la cabeza del plato y se emocionaba sobre todo lo que este plato les transmitía.

Poma by Rubén Álvarez

Bien, pues si el prepostre fue una hemorragia de placer, el postre nos dejó ‘ojipláticos y atornasolados :D’ o para que todos nos entendamos: FLIPADOS. Se llamaba MANGO SPICE y consistía en un cremoso de mango con chocolate con leche formando una espiral, yogurt con jengibre, dados de mango avión (que vale 5/6€ la pieza y que se llama así porque madura de una forma especial en las bodegas de carga de los aviones, consiguiendo una textura gelatinosa natural), pesto de cilantro (¡toma ya!) y crema helada de lima… No puedo definirlo de otra forma: ALUCINANTE. Imaginad todos los elementos que acabo de citar en la boca y que ninguno impone su sabor más que otro, que no hay distorsión, que todos armonizan, que no hay desequilibrio, no hay elementos discordantes, que cada uno mantiene su textura y propiedades y que cuando definitivamente se funden y los paladeas en boca se consigue un sabor apasionante, espléndido, llamativo, sencilla y llanamente prodigioso. ¿Se nota que Rubén nos impresionó verdad? Pues me alegra decir que no fui el único y lo suyo fue un clamor, sin desmerecer por su puesto el pedazo de menú con el que sus dos precursores nos habían obsequiado. Cada uno en su especialidad, lo bordaron 😉

Mango Spice by Rubén Álvarez

En fin, y entre cafés y charlas se nos hicieron las 18:00h y nos llamaron para subir al escenario y formar parte de la mesa redonda: Los medios y su influencia en la excelencia de la gastronomía. Fue casi mas una charla distendida entre buenos amigos (aunque algunos nos acabábamos de conocer en ese mismo instante) que un debate propiamente dicho. Garbancita Cristina hizo de moderadora y nos fue dando entrada sucesiva a los componentes de las misma: Antonio Crespo del CdT, David Doñate, Paco Bernabéu del Diario Información, Pedro López de La Verdad, Félix Cardona de la Gastroteca de Félix y servidor.

Sobremesas Alfonso Mira

Muchos puntos en común, muchas reflexiones que aunaban conclusiones y yo personalmente me quedo con la cercanía y buena predisposición que los medios tradicionales demostraron hacia el 2.0 o el formato online, siempre si hablamos con unos parámetros mínimos de coherencia y respeto. Mucha pasión por la gastronomía en la mesa y mucho camino por hacer, pero lo importante es que ya se ha empezado a andar.

Foto de participantes en la mesa redonda

Y nada mas ni nada menos. Con un gintonic de rigor de naranja, freson y pink47, mas sobremesa y buenos amigos llegamos al final de una jornada muy agradable en la que se hace justo volver a reiterar mi agradecimiento a la organización por hacernos sentir tan especiales y tratarnos con tantísimo cariño. Gracias Ana, Teo y Alfonso y todo el equipo que hizo posible el evento ;).

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