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iRinger o como poner fácilmente desde Windows un tono de llamada personalizado en tu iPhone

La verdad, que bien me hubiera venido leer en algún momento un post como el que os estoy escribiendo. Si. No se trata de ser mas hábil o tener mas conocimientos. El problema radica en que todas aquellas bondades que te vende Apple sobre la facilidad y fluidez de su sistema operativo iOS frente al del estándar Android y, que por otra parte son ciertas, se van a tomar por saco cuando hablamos de iTunes, que es como diseñar una interfaz incómoda, anodina y egocéntrica para gestionar un dispositivo. Esto, para empezar, no es nada justo y además, mucho menos compresible. Resulta que podrías llegarte a gastar mas de 1.000€ en un teléfono y… ¡volverte loco y parecer imbécil para ponerle como tono de llamada la canción que te gusta! ¿En serio? Pues sí, es tal que así. Si habéis tenido alguna vez un terminal Android sabréis que si lo pinchas a un PC, te lo detecta como un disco duro externo, te abre carpetas y que solo tienes que arrastrar cualquier archivo .mp3 que poseas para que luego desde el terminal puedas seleccionarlo como tono de llamada. Y ya está. Sencillo y aséptico. 

¿Y Apple? Nooooooo, ni pensarlo. Para ellos no es bastante el pastizal que te cobran por cada terminal sino que además, les gusta añadir ganancias adicionales ‘facilitándote’ el que te puedas poner tu tono de llamada favorito pasando por la iTunes Stores y comprándolo a 1,5€ la pieza de 30 seg. (que es la máxima duración que puede tener el tono). Sinceramente, a mi todo esto me parece algo vergonzante y se ve multiplicado en complejidad si, además, en vez de con Mac trabajas con Windows, porque entonces la operación de elegir un tono de llamada se convierte en algo kafkiano. ¿Opciones? Pues varias. Entre otras puedes seguir tutoriales que te indican como subir canciones a iTunes para convertirlas a formatos compatibles .m4a, para después cambiar la extensión a .m4r, para después eliminar las canciones originales, para después sincronizar y que con suerte te reconozca el tono. También, puedes acudir a webs de descarga de ringtones y cruzar los dedos para que allí no haya spam, ni virus, ni troyanos, que se encuentre la canción que te gusta con el fragmento, la duración y calidad que necesitas o… o nada. Desesperarte y ponerte de mala leche preguntándote como es posible que algo tan lamentable sea real hasta que te encuentras con la solución: iRinger (pulsad para acceder a descarga segura y libre de malware).

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Cómo ahorrarse 130€ en la compra de un iPad o de como enlazar 2 dispositivos Apple vía Bluetooth

iPad

Seguro que este post os viene muy bien si estás pensando en comprar un nuevo dispositivo iPad. A mí desde luego me hubiera encantado echarle un vistazo antes de comprar el mio y así le hubiera ahorrado unas cuantas llamadas y molestias a algunos de mis amigos que ya tenían uno y que me hicieron de improvisados ‘beta-testers’ ;). Bien, para que os situéis, si estáis pensando en comprar uno, sois usuarios de iPhone u otro SmartPhone (suele ir de la manita la mayoría de veces) y además, os dedicáis al social media ( o no) y/o necesitáis tener conexión permanente allá donde estéis, este es vuestro post y debéis continuar leyendo 🙂

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Apple Pie o Tarta de Manzana estilo USA

Me animo a publicar esta receta tras comprobar como todo aquel  que ha probado ‘el invento’ ha hecho comentarios positivos. Como siempre, la receta que os propongo la he adaptado a mi criterio y a los ingredientes que suelo tener por casa, pero está basada en la receta clásica americana, ya sabéis, la de la típica escena en que la tía Kate deja en la repisa de la ventana una para que se enfrié mientras el pícaro hijo de los Johnson acecha entre los arbustos para poder hincarle el diente 🙂 En fin, puestos en materia,  empiezo comentándoos  los ingredientes que necesitaremos, por un lado para la masa de la tarta y por otro para el relleno :

Ingredientes para la MASA:

  • 120 g de mantequilla
  • 300 g de harina de fuerza
  • 1 cucharada de azúcar
  • 65 g de manteca de cerdo ibérico
  • 1 cucharada de esencia de vainilla
  • 1 cucharadita de sal
  • 3 cucharadas de agua
Iniciamos la receta elaborando la masa ya que tras hacerla y mientras preparamos el relleno, esta reposará un ratito, cosa que le viene fenomenal al resultado final.  Ponemos en un bol  la harina, el azúcar, la esencia de vainilla, la sal, la mantequilla en daditos, la manteca en ídem (que previamente hemos dejado un rato a temperatura ambiente), el agua,  y se inicia la  mezcla de todo (importantísimo, hay que hacerlo A MANO) hasta que se convierta en una masa consistente que no deja restos pegados al bol. Hacemos una bola, tapamos con film y la dejamos reposar en la despensa o en un sitio a temperatura ambiente, si es posible donde no haga demasiado calor.
Ingredientes para el RELLENO:
  • 900 g de manzanas Golden (amarillas) o unas 4 piezas grandes.
  • 110 g de azúcar
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 1/2 de limón
  • 3 cucharadas de harina de fuerza
  • 1 cucharada de canela en polvo
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada rallada
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
Como veis, yo directamente ya me he pasado el primer ingrediente por el forro y he utilizado unas hermosísimas manzanas Granny-Smith para la misma. ¿Porqué? Básicamente por 3 motivos: Primero porque son las que tenía en casa, segundo porque me la había comprado mi madre con todo el amor del mundo 🙂 y tercero, porque me apetecía cambiar un poco la receta de siempre y aportarle un puntito ácido al relleno dado que esta es una de las características mas destacables de esta variedad de manzana. Pelamos y cortamos las manzanas en finos gajos y los vamos incorporando a un bol, añadiendo por cada manzana troceada  un chorro de zumo que hemos obtenido con el medio limón, esto se hace para evitar que se oxiden. Por otra parte y en un tazón, ponemos y mezclamos el resto de ingredientes: Harina, azúcar, jengibre, vainilla, canela y nuez moscada. El resultado debería de ser mas o menos esto:
Bien, nos queda incorporar la mezcla del tazón al bol con las manzanas y remover cuidadosamente para, por un lado, no romper los gajos de manzana y por otro, conseguir que la mezcla quede perfectamente repartida por todo el bol. Notaréis como las manzanas comienzan a ‘sudar’ y como se empieza a general líquido en el bol: Es una buenísima señal de que lo estamos haciendo bien (por cierto, las Granny-Smith sueltan un poquito mas de agua que el resto de manzanas, si esto os preocupa, se soluciona añadiendo a la mezcla una cucharada adicional de harina). Tapamos el bol y lo dejamos reposar un ratito para que el relleno vaya fraguándose.
Ahora toca el momento de la masa (no confundir con Hulk): Ponemos un poquito de harina en el banco donde vayamos a amasar y también, frotamos con ella el rodillo de amasar. Dividimos la masa en 4 partes (2 de ellas un poquito mas grandes) si queremos hacer un par de tartas de tamaño medio (ha sido mi caso)  o directamente en 2 trozos (1 un poquito mas grande) si lo que vamos a utilizar es el clásico molde desmontable que todos tenemos en casa y que si no recuerdo mal, es de 26-28cm. Nos ponemos a amasar con cuidadito de no quebrarla y asegurándonos de que el banco tiene suficiente harina que evite que se pegue a la encimera ya que a la hora de despegarla se nos rajará y tendremos que volver a empezar.
También es importante tener en cuenta que antes de empezar a amasar hay que untar los moldes con manteca o mantequilla para que el desmoldado sea perfecto. Una vez tenemos amasado el trozo grande que  utilizaremos de base, lo colocamos con cuidado, tapando con masa rebosante/sobrante los posibles ‘agujeros’ que puedan hacerse o zonas donde no ha llegado la masa y procedemos a incorporarle el relleno.
Nos resta amasar el resto de masa que nos servirá de ‘tapa’ y a la que para finalizar, le haremos con un cuchillo una incisión en forma de cruz que abriremos con cuidado para formar una ‘chimenea’ y después espolvorearemos con  un poquito de azúcar. Hay quien unta un poquito de huevo batido por encima, esto es opcional y si gustáis pues adelante. La ventaja de esto como veréis mas adelante es que la tarta al meterse en el horno irá obscureciendose a medida que esté hecha, de la otra forma, la pasta se queda mas o menos igual.

Tema horno: 30 minutos en posición calor bajo + aire a 185º y 10 minutos adicionales en la posición calor superior e inferior a 175º. Yo también lo que acostumbro a hacer es abrir el horno un par de veces y ver como está. Esto os puede llevar un poco a engaño las primeras veces ya que si no untáis la parte superior con huevo batido, esta no se pondrá oscura con lo que la sensación será que aún le falta tiempo pero suele ser al contrario. Una vez ha pasado el tiempo marcado, se puede apagar el horno y dejarla un poquito mas con el calor residual y con eso será mas que suficiente.

En fin, este que veis es el resultado final. Normalmente no suele ‘rebosar’ por los lados pero creo que esto se debió al tipo de manzana que utilicé y que genera más cantidad de agua. Que nadie se asuste por este hecho y por si al sacar ‘la joya’ del horno la ve muy líquida. Simplemente hay que dejarla enfriar un ratito (si lo hacéis en la ventana todos los gatos del mundo acudirán cual flautista de Hamelin) y el relleno cuajará. Este es el aspecto que queda tras desmoldar y cortar, cortar, cortar y dejar la última porción…

Para finalizar comentaros algunos trucos adicionales:

  • Esta tarta está mucho mas rica cuanto mas tiempo esperamos para comérnosla. Es decir, que si podemos tenerla un par de días en la despensa mucho mejor. El problema es que es muuuuuuy difícil aguantarse 😛
  • No necesita nevera.
  • Para tomarla perfecta le daremos un golpe de unos 20 seg de microondas. Simplemente templarla.
  • Para redondear su sabor, acompañarla de una salsa blanca fruto de mezclar: Nata 22%MG, leche, un poco de azúcar y un poquito de esencia de vainilla que igualmente templaremos en el microondas.
  • Si queremos rizar el rizo y que los invitados que la prueben nos adoren de por vida como los nuevos dioses de la cocina, además de lo anterior le debemos añadir una bola de helado de vainilla de la mejor calidad que encontremos. (solo vainilla, sin combinaciones tipo macadamia, cookies ni chocolate).
  • La tarta, la crema y el helado en un plato es una experiencia única que recuerda mucho a las Tatin que sirven en Europa central (este dato tan erudito y que queda tan interesante me lo han contado porque yo lo mas lejos que he viajado ha sido a Marina d’Or – Ciudad de vacaciones ¿dígame? )  🙂
  • Solo me resta desearos muy buen provecho y que sorprendáis a vuestra pareja, amigos e invitados… ¡Os pedirán que la repitáis seguro!
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