Archivos Mensuales: septiembre 2013

Pan de queso y jamón serrano

Esta receta es sencillísima de hacer y seguro que sorprendéis a vuestros comensales, ya que el sabor de los panes es totalmente diferente al de un panecillo al uso y además, hipercombinable con cualquier relleno que queráis ponerles dentro o simplemente, comiéndoselos tal y como salen del horno. La particularidad principal de estos panes es que están hechos con harina  P.A.N. Si no la conocéis, es una harina de maíz blanco pre-cocido que se inventó en Venezuela allá por los años 60 y que se hizo para que las amas de casa pudieran saltarse los pasos de pelar, limpiar, lavar, cocer y triturar el maíz.  Actualmente se puede encontrar en la mayoría de supermercados pues es un producto muy popular.

Harina PAN

Los ingredientes que necesitamos para hacer los panes son:

  • 250 gr de harina de maíz pre-cocida P.A.N.
  • 2 huevos
  • 300 ml de leche tibia
  • 50 ml de aceite de oliva o girasol
  • 1 paquete de queso rallado tipo mozzarella o mix de 4 quesos 
  • 5/6 lonchas de jamón serrano desmigado.
  • 1 cuchara de azúcar
  • 1 cuchara de sal
  • 1 pizquita de pimienta (al gusto)

Preparación:

Ponemos a calentar la leche, con 35 seg de microondas a 800w nos vale. Buscamos que esté tibia, no caliente. Mientras, en un bol incorporamos la harina, el aceite, la sal y el azúcar. Cuando la leche esté caliente la incorporamos también al bol y empezamos a mezclar. Cuando tengamos una masa un poquito uniforme, pondremos el queso rallado (yo utilicé un paquete de 4 quesos) y el jamón serrano que previamente habremos desmigado. Seguimos mezclando y finalmente añadimos los huevos, trabajando la masa y buscando como resultado que esta quede compacta. Ahora, vamos a hacer las bolitas. Nos acompañaremos de un tazón con agua del grifo e iremos mojando las manos para facilitar la tarea. Es importante que sepáis que este pan no sube de tamaño, por tanto, el volumen que tengan las bolas es el tamaño que finalmente tendrá el pan. Este es el resultado antes de hornear:

Masa para hornear

Nada mas, metemos en el horno nuestros panes y con 190º en unos 15-18 minutos estarán listos. Yo la posición que utilizo es la de calor por bajo y ventilador. Seguramente en cuanto salgan estaréis tentados de pegarles un bocado porque huelen fenomenal 🙂

Panes de queso y jamón serranoBueno, y poco mas. Con las cantidades que os he facilitado salen 12 panecillos de un tamañico apañado que como os comentaba al principio, le van a gustar a todo el mundo y que si queréis podéis también rellenar. Estos de la foto se comieron mitad así como los véis y mitad rellenos de queso curado de oveja manchego, un poquito de jamón serrano en loncha y AOVE ecológico de arbequina marca DeOrtegas, para rizar el rizo… ¡que aproveche! 😉

 

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Restaurante Alfonso o de como la sencillez se transforma en grandeza

Para mi siempre es un placer visitar Pinoso ( El Pinós) esta bella localidad alicantina del Alt Vinalopó, placer que se multiplica si además sé que voy a visitar el templo donde cocina Javier Alfonso, un cocinero innovador como pocos que está evolucionando la excelsa gastronomía local y elevándola a cotas contemporáneas a priori insospechadas. La verdad, esta visita no correspondió a ese criterio y nos pusimos en sus manos para degustar un menú, a su elección, pero de índole y corte tradicional. 
Collage Restaurante AlfonsoSomos 3 comensales. Tenemos nuestra mesita reservada en un rinconcito encantador. Atenciones, mimos, calor, cercanía y una sonrisa nos dan la bienvenida y nos acompañan hasta el asiento. Comenzamos con 3 Heineken bien fresquitas y unas almendritas marconas, del terreno, de la cooperativa del Manyan, calentitas y al punto de sal perfectas para contrastar la cerveza. Acto seguido apareció el pan: 3 bollitos suizos recién sacados del horno con su fiel acompañamiento de tomate rallado y alioli. Gozo. Conversación. Recuerdos gustativos. Magia que se unta.

Comienza el desfile de entrantes: Plato de jamón ibérico al corte. Buen punto salino, de curación, sabor a la zona norte. Siguen unas croquetas caseras de pollo extraordinarias. Bechamel perfecta. Rebozado y fritura ídem. Como la sed apremia nos recomiendan un tinto de la zona D.O Alicante que esta teniendo una acogida fantástica, el Tarima Hill de Monastrell. Un rojo rubí intenso. Olor a frutas rojas y moras, con un fondo sutil a hierba. Sabor firme con un final largo y persistente que repite las notas de moras, dejando rastros poderosos. Un acierto. Continuamos nuestro particular festín con unos tomates trinchados del terreno, su aceite ídem y mollas de capellán tostadas. Poco que decir. Mar y montaña. Historia gastronómica. Pasión y frutos de la huerta. 
Collage de entrantes en Restaurante AlfonsoSiguen pasando ante nuestra mirada atónita nuevas tentaciones, como las chuletitas de conejo rebozadas con ajetes tiernos. Un plato sutil y muy sabroso. Delicado y sorprendente. Gustoso y complaciente. Nos encantó. Acto seguido y bien escoltados por el Tarima Monastrell, encaramos el último entrante que tenía la forma de revuelto de huevos de corral con la inmejorable morcilla local pinosera y sus correspondientes croutons. Una delicia untuosa, de contrastes, de matices dulces y salados debido a la cebolla. Un desafío final que fue ampliamente disfrutado. 

Y llegamos al plato principal. Al súmum, al de la cocina del esfuerzo, de la entrega y pasión, la de los 50º de temperatura con varias capas de papel de periódico como protección, la del orgullo local, la de la gavilla de sarmiento, la del arroz con conejo y caracoles. No quiero extenderme mucho ni hacer comparativas con otros que ya tienen ‘la fama’ adquirida. Solo os diré que este arroz (y el nuestro lo era) es la prueba fehaciente de que no es ni mucho menos obligatorio ni imprescindible incorporar un marisco caro a un arroz (dígase bogavante, carabinero…) para conseguir que este sea ‘bueno’ y destaque. Ni mucho menos. Conejo, asadura, caracoles serranos, un buen ‘majao’ y mucho sarmiento convierten este plato en felicidad y transforman la sencillez en grandeza. Sublime. Espectacular. Grano perfecto (uno encima de otro). Sabor. Ración generosa. Lágrimas de felicidad en forma de sutiles granos. Silencio en la mesa. Incomparable. 
Collage Arroz en Restaurante AlfonsoTras este festival para los sentidos siguieron los postres: Rodaja de melón piel de sapo presentada y troceada, natillas con galleta y flan de huevo casero que tras la primera cucharada llevó mi memoria gustativa a la infancia y a mi madre, a su delantal y su flanera. 

Dos cafés, manzanilla y una tónica suelta y que me sorprendió: Vichy Catalán Premium Tonic Water. Indudablemente tónica e innegablemente de Vichy, pues comparte la mayoría de sus matices salinos y carbónicos.

¿La cuenta? Un auténtico lujo para el fatigado bolsillo. Despedida amable con buenos deseos para el próximo miembro de la familia que está a punto de nacer. No puedo decir que ‘volveré’, porque allí sigo. Nunca me he ido. Ni me iré. 😉

COMER y BEBER en ALICANTE

Por aquellas casualidades de la vida, me he embarcado en otro experimento social media personal y de corte gastronómico que casi me ha resultado digno de la elaboración de un estudio del comportamiento humano: El grupo de facebook COMER Y BEBER EN ALICANTE 🙂

La madrugada del pasado 15 de julio (2013) estaba yo ocioso y no podía dormir. No se si es casualidad, pero siempre que ando carente de sueño se me ocurren las ideas mas peregrinas y rocambolescas, como aquella que terminó resultando Trending Topic ( Cómo ser TT un sábado por la tarde ). Lo dicho, y para matar el rato se me ocurrió visitar páginas de Facebook donde, mira tu que cosas, fui a parar a un grupo de gastronomía y restaurantes alicantinos que me habían comentado y que estuve observando atentamente. La idea era brillante, se trataba de que los miembros del grupo que visitaban algún establecimiento hostelero comentaban y argumentaban su experiencia con el grupo a fin de aconsejar (o puntualizar) la visita al mismo. ¿Genial no? Eso parecía pero pude observar algunas formas de funcionamiento y reglas que no me acabaron de convencer y pensé que se podían cambiar o enfocar de otra forma.

El caso es que viendo el concepto y pensando en mi pasión por la gastronomía y la de mis amigos, desde el mismo iPhone y a las tantas de la mañana me animé y creé un grupo al que llamé Comer y Beber en Alicante porque me pareció que englobaba muy bien todo aquello que podríamos narrar. Nunca he estado muy de acuerdo con el concepto ‘el mejor’, básicamente porque las opiniones de cada uno son subjetivas y lo que para mi puede haber sido el mejor arroz de boquerón y espinacas (típico de Benidorm) que jamás he comido, para otro seguramente sea uno mas. Al final, se trata de encontrar sitios nuevos, distintos y de que a su vez surja una vocación innata de investigación.

Cabecera del grupo en Facebook

Cabecera del grupo en Facebook

Así empezó la cosa y el comienzo fue fulgurante ya que en menos de 24h casi éramos 1000 miembros, Lee el resto de esta entrada

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