Archivos Mensuales: diciembre 2011

Apple Pie o Tarta de Manzana estilo USA

Me animo a publicar esta receta tras comprobar como todo aquel  que ha probado ‘el invento’ ha hecho comentarios positivos. Como siempre, la receta que os propongo la he adaptado a mi criterio y a los ingredientes que suelo tener por casa, pero está basada en la receta clásica americana, ya sabéis, la de la típica escena en que la tía Kate deja en la repisa de la ventana una para que se enfrié mientras el pícaro hijo de los Johnson acecha entre los arbustos para poder hincarle el diente 🙂 En fin, puestos en materia,  empiezo comentándoos  los ingredientes que necesitaremos, por un lado para la masa de la tarta y por otro para el relleno :

Ingredientes para la MASA:

  • 120 g de mantequilla
  • 300 g de harina de fuerza
  • 1 cucharada de azúcar
  • 65 g de manteca de cerdo ibérico
  • 1 cucharada de esencia de vainilla
  • 1 cucharadita de sal
  • 3 cucharadas de agua
Iniciamos la receta elaborando la masa ya que tras hacerla y mientras preparamos el relleno, esta reposará un ratito, cosa que le viene fenomenal al resultado final.  Ponemos en un bol  la harina, el azúcar, la esencia de vainilla, la sal, la mantequilla en daditos, la manteca en ídem (que previamente hemos dejado un rato a temperatura ambiente), el agua,  y se inicia la  mezcla de todo (importantísimo, hay que hacerlo A MANO) hasta que se convierta en una masa consistente que no deja restos pegados al bol. Hacemos una bola, tapamos con film y la dejamos reposar en la despensa o en un sitio a temperatura ambiente, si es posible donde no haga demasiado calor.
Ingredientes para el RELLENO:
  • 900 g de manzanas Golden (amarillas) o unas 4 piezas grandes.
  • 110 g de azúcar
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 1/2 de limón
  • 3 cucharadas de harina de fuerza
  • 1 cucharada de canela en polvo
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada rallada
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
Como veis, yo directamente ya me he pasado el primer ingrediente por el forro y he utilizado unas hermosísimas manzanas Granny-Smith para la misma. ¿Porqué? Básicamente por 3 motivos: Primero porque son las que tenía en casa, segundo porque me la había comprado mi madre con todo el amor del mundo 🙂 y tercero, porque me apetecía cambiar un poco la receta de siempre y aportarle un puntito ácido al relleno dado que esta es una de las características mas destacables de esta variedad de manzana. Pelamos y cortamos las manzanas en finos gajos y los vamos incorporando a un bol, añadiendo por cada manzana troceada  un chorro de zumo que hemos obtenido con el medio limón, esto se hace para evitar que se oxiden. Por otra parte y en un tazón, ponemos y mezclamos el resto de ingredientes: Harina, azúcar, jengibre, vainilla, canela y nuez moscada. El resultado debería de ser mas o menos esto:
Bien, nos queda incorporar la mezcla del tazón al bol con las manzanas y remover cuidadosamente para, por un lado, no romper los gajos de manzana y por otro, conseguir que la mezcla quede perfectamente repartida por todo el bol. Notaréis como las manzanas comienzan a ‘sudar’ y como se empieza a general líquido en el bol: Es una buenísima señal de que lo estamos haciendo bien (por cierto, las Granny-Smith sueltan un poquito mas de agua que el resto de manzanas, si esto os preocupa, se soluciona añadiendo a la mezcla una cucharada adicional de harina). Tapamos el bol y lo dejamos reposar un ratito para que el relleno vaya fraguándose.
Ahora toca el momento de la masa (no confundir con Hulk): Ponemos un poquito de harina en el banco donde vayamos a amasar y también, frotamos con ella el rodillo de amasar. Dividimos la masa en 4 partes (2 de ellas un poquito mas grandes) si queremos hacer un par de tartas de tamaño medio (ha sido mi caso)  o directamente en 2 trozos (1 un poquito mas grande) si lo que vamos a utilizar es el clásico molde desmontable que todos tenemos en casa y que si no recuerdo mal, es de 26-28cm. Nos ponemos a amasar con cuidadito de no quebrarla y asegurándonos de que el banco tiene suficiente harina que evite que se pegue a la encimera ya que a la hora de despegarla se nos rajará y tendremos que volver a empezar.
También es importante tener en cuenta que antes de empezar a amasar hay que untar los moldes con manteca o mantequilla para que el desmoldado sea perfecto. Una vez tenemos amasado el trozo grande que  utilizaremos de base, lo colocamos con cuidado, tapando con masa rebosante/sobrante los posibles ‘agujeros’ que puedan hacerse o zonas donde no ha llegado la masa y procedemos a incorporarle el relleno.
Nos resta amasar el resto de masa que nos servirá de ‘tapa’ y a la que para finalizar, le haremos con un cuchillo una incisión en forma de cruz que abriremos con cuidado para formar una ‘chimenea’ y después espolvorearemos con  un poquito de azúcar. Hay quien unta un poquito de huevo batido por encima, esto es opcional y si gustáis pues adelante. La ventaja de esto como veréis mas adelante es que la tarta al meterse en el horno irá obscureciendose a medida que esté hecha, de la otra forma, la pasta se queda mas o menos igual.

Tema horno: 30 minutos en posición calor bajo + aire a 185º y 10 minutos adicionales en la posición calor superior e inferior a 175º. Yo también lo que acostumbro a hacer es abrir el horno un par de veces y ver como está. Esto os puede llevar un poco a engaño las primeras veces ya que si no untáis la parte superior con huevo batido, esta no se pondrá oscura con lo que la sensación será que aún le falta tiempo pero suele ser al contrario. Una vez ha pasado el tiempo marcado, se puede apagar el horno y dejarla un poquito mas con el calor residual y con eso será mas que suficiente.

En fin, este que veis es el resultado final. Normalmente no suele ‘rebosar’ por los lados pero creo que esto se debió al tipo de manzana que utilicé y que genera más cantidad de agua. Que nadie se asuste por este hecho y por si al sacar ‘la joya’ del horno la ve muy líquida. Simplemente hay que dejarla enfriar un ratito (si lo hacéis en la ventana todos los gatos del mundo acudirán cual flautista de Hamelin) y el relleno cuajará. Este es el aspecto que queda tras desmoldar y cortar, cortar, cortar y dejar la última porción…

Para finalizar comentaros algunos trucos adicionales:

  • Esta tarta está mucho mas rica cuanto mas tiempo esperamos para comérnosla. Es decir, que si podemos tenerla un par de días en la despensa mucho mejor. El problema es que es muuuuuuy difícil aguantarse 😛
  • No necesita nevera.
  • Para tomarla perfecta le daremos un golpe de unos 20 seg de microondas. Simplemente templarla.
  • Para redondear su sabor, acompañarla de una salsa blanca fruto de mezclar: Nata 22%MG, leche, un poco de azúcar y un poquito de esencia de vainilla que igualmente templaremos en el microondas.
  • Si queremos rizar el rizo y que los invitados que la prueben nos adoren de por vida como los nuevos dioses de la cocina, además de lo anterior le debemos añadir una bola de helado de vainilla de la mejor calidad que encontremos. (solo vainilla, sin combinaciones tipo macadamia, cookies ni chocolate).
  • La tarta, la crema y el helado en un plato es una experiencia única que recuerda mucho a las Tatin que sirven en Europa central (este dato tan erudito y que queda tan interesante me lo han contado porque yo lo mas lejos que he viajado ha sido a Marina d’Or – Ciudad de vacaciones ¿dígame? )  🙂
  • Solo me resta desearos muy buen provecho y que sorprendáis a vuestra pareja, amigos e invitados… ¡Os pedirán que la repitáis seguro!
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DAFO, unas siglas que nos pueden ser muy útiles

Mas allá de sentar los aspectos básicos de nuestro negocio, tendremos en nuestras manos una herramienta analítica fundamental para la puesta en marcha un proyecto empresarial serio y consistente.

Segundo post  con un reply de mis 5 colaboraciones para la gente de www.beneficiosconmarketing.com. Una grata experiencia el poder desarrollar mi lado ‘redactor’ en escritos que tengan cierta utilidad, si bien es cierto que mi recetas culinarias también tienen su ‘aquel’ 😉

 ¿No sería fantástico que haciendo un ejercicio básico de sinceridad y recopilación de información corporativa pudiéramos vislumbrar de una forma sencilla cuál es el presente y quizás el futuro que nos espera de la empresa?  Pues sí, no me negarán que sería estupendo y que además, podríamos focalizar de forma correcta nuestros esfuerzos para ser mucho más eficaces.

¡Pero ojo, que nadie se lleve a engaño! Cuando hablamos de DAFO no estamos describiendo el funcionamiento de una bola de cristal, sino que estamos haciéndolo de una de las herramientas imprescindibles para conocer nuestras ventajas competitivas con respecto al entorno, de los peligros que nos pueden acechar en la “jungla comercial”, de las situaciones en las que podemos esgrimir todo nuestro potencial y de los nichos de mercado y targets donde poder centrar nuestras estrategias. Todo ello es lo que engloba un análisis DAFO (acrónimo formado por las iniciales de las palabras Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades).

 Nuestro objetivo, lo que queremos  lograr con este análisis es llegar a tener una fotografía lo mas real posible de donde nos encontramos. O dicho de otro modo, estamos ante la herramienta que nos va permitir actuar de un modo estratégico, que nos va a permitir hacer un esquema de trabajo inicial  con el que realizar un análisis correcto de la situación competitiva de nuestro negocio viendo este desde dos aspectos: El externo y la interno. El primer aspecto sería aquel en que señalamos las amenazas y oportunidades que se dan en nuestro sector, por ejemplo, si formamos parte de una franquicia que se dedica a la restauración temática, deberíamos señalar como amenaza la apertura en nuestro área de influencia de un establecimiento de la misma temática que el nuestro y como oportunidad, señalaríamos la prestación o venta de algunos productos o servicios de los que ellos no carecen y nosotros sí dispensamos, o simplemente, adelantarnos e ir correlativos a las tendencias del mercado, por poner un ejemplo, la cultura del Gin & Tonic ahora es muy popular, sin embargo, muchos establecimientos aún no disponen de una variedad suficiente de ginebras y tónicas así como técnicas novedosas de elaboración y liturgia frente al cliente y no consiguen que los comensales finalicen su sobremesa en el mismo establecimiento. Esto nos está indicando un camino u oportunidad de negocio. Aquí entra en juego la rapidez de reflejos, la flexibilidad y lo dinámico que llegue a ser nuestro negocio.

El segundo aspecto, el interno, analizaría las fortalezas y debilidades de la empresa  según las circunstancias en las que se mueve la competencia, pero basándonos siempre en hechos objetivos reales y actuando siempre, muy importante, con total sentido común: De nada vale reflejar en una analítica que tengo en mi restaurante los mejores postres del mundo si soy consciente de que esto no solo no es cierto, sino que además está muy lejos de ser así. Aquí realizamos el análisis de los recursos y capacidades y esto claramente es una debilidad que por mucho que mintamos no va convertirse en una fortaleza, así que mejor somos sinceros desde el principio y eso que ya vamos ganando por adelantado.

Para sintetizar y ejercitar una visión completa, vamos a enumerar los datos que debemos tener claros en un ejercicio analítico como este y en cada categoría convendría hacernos una serie de preguntas para que los resultados sean los más fructíferos posibles:

> Debilidades: Son aspectos que limitan o reducen la capacidad de desarrollo de nuestro negocio y deben ser controlados y superados. ¿Qué se puede mejorar?; ¿que se debería evitar?; ¿qué factores reducen nuestras ventas o el éxito de un proyecto?

>Amenazas: Las podemos definir como los elementos del entorno que pueden impedir, reducir o incrementar riesgos en nuestra estrategia de mejora de empresa. ¿A qué obstáculos se enfrenta mi negocio?; ¿qué está haciendo mi competencia?; ¿puede alguna de las amenazas impedir que desarrolle mi actividad habitual?

>Fortalezas: Son las capacidades, recursos, posiciones alcanzadas y, consecuentemente, ventajas competitivas que deben y pueden servir para aventurarnos en oportunidades. ¿Qué ventajas tiene nuestro modelo de negocio?; ¿qué hace que mi empresa sea mejor que cualquier otra? ¿qué elementos me facilitan la obtención de ventas?

>Oportunidades: Es todo aquello que pueda suponer una ventaja competitiva para la empresa, o bien representar una posibilidad para mejorar la rentabilidad de la misma. ¿De qué tendencias del mercado tenemos información?; ¿Puedo revertir la situación económica actual a favor de mi negocio?; ¿Cambios sociales, de vida y tecnológicos que me puedan ayudar?; ¿Cambios en la normatividad legal y/o política que me favorezcan?

Podemos concluir incidiendo en que el análisis DAFO es un excelente punto de arranque sin el cual, difícilmente podamos llegar a conocer mejor qué hacer en un entorno tan exigente y competitivo como es al que nos enfrentamos día tras día. ¿Merece la pena invertir un poco de nuestro tiempo en conocer mejor las dificultades a las que nos enfrentamos? Evidentemente SI, sabiendo además que el conocimiento de las mismas aumenta nuestras posibilidades de darle la vuelta a situaciones adversas y conseguir que estas jueguen a nuestro favor.

Fuentes de datos consultadas y utilizadas:

CEF.- Marketing del S.XXI – www.marketing-xxi.com

El Blog Salmón – www.elblogsalmon.com

Microsoft Business – www.microsoftbusinesshub.com

Los siete errores más frecuentes del EMPRENDEDOR

O de cómo un emprendedor se parece más de lo él cree a un padre preocupado por la educación de sus hijos en valores de crecimiento y superación

Inicio con este post un reply de las 5 colaboraciones en forma de post que he podido desarrollar para la gente de www.beneficiosconmarketing.com . Por desgracia y limitaciones de tiempo, estas no han podido ir a más, pero ahora que he visto que las han ido publicando, he decidido como autor, hacer lo propio en mi blog 🙂

Todo aquel que trabaje habitualmente con emprendedor@s habrá detectado en muchas ocasiones la más que tendente propensión a incurrir en errores, muy frecuentes la mayoría de ellos, que podrían ser susceptibles de evitarse aplicando unas consideraciones básicas que nos serán muy útiles a la hora de contar con argumentos y razones en el proceso de asesorar y/o orientar al emprendedor/a en la siempre tediosa tesitura de comenzar una aventura empresarial.

Nos lanzamos a la aventura de emprender

Me encontraba pues buceando en busca de información y tratando de sintetizar unas reglas básicas que vincularan los trámites y requisitos que hacen falta para poner en marcha un negocio con la forma más idónea de hacerlo, cuando de repente, casi sin quererlo, de forma súbita y como una inesperada pero fructífera casualidad, apareció en mi pantalla un artículo del excelente portal www.emprendedoras.com donde se reflexionaba sobre los errores más comunes que los padres cometen con respecto a sus hijos y que aplacan sus expectativas de crecimiento en la vida. Una sonrisa iluminó mi cara… ¿vislumbran el curioso paralelismo entre ambas cuestiones? Es evidente que todo padre desea que sus hijos tengan éxito y también que esto es uno de los mayores desafíos de un adulto: Al igual que ser un emprendedor/a. Nos educan para enfrentarnos a muchas pruebas en la vida, pero nadie nos prepara para el gran reto de emprender una aventura empresarial y la educación “generalista” “masiva” o “cómoda” a la que nos han acostumbrado, en clara consonancia con los valores sociales actuales, es probable que dañe y perjudique más que favorezca el espíritu de un emprendedor/a, invitándoles a tomar una actitud pasiva hacia el comienzo de un proyecto, que no deja de ser un reto. Es cierto que debemos estar bien formados para recibir instrucciones y para seguir órdenes, pero también lo debemos de estar para desarrollar adecuadamente nuestra creatividad y para poder comenzar a emprender una aventura por nuestra propia cuenta.

Dicho lo cual y siguiendo el nexo que hemos creado entre padres y emprendedores, podemos, de una forma original, aventurarnos a enlazar unas problemáticas con otras para también aportar soluciones que nos permitan enfrentarnos a nuestras carencias o dudas con las suficientes garantías de éxito. Los siete problemas o errores principales que destacaríamos serían los siguientes:

1)  No ser conscientes del potencial de los hijos (Padres) / Derroche de optimismo inicial (Emprendedor@s)

A pesar de que un buen rendimiento escolar es positivo, debemos siempre tener en mente el reconocer y fomentar las capacidades que nuestros hijos vayan dejando entrever, y además, con cautela. De la misma forma, el emprendedor que empieza tirando la casa por la venta con inversiones desproporcionadas  y sueldos elevados, está abocado a medio plazo a pasar dificultades. Hay que ser muy precavidos a la hora de gastar el dinero y a medida que la empresa va progresando, van aumentando sus gastos. En este caso, esta permitido y recomendado pecar de modesto.

2)  No respetar la individualidad de sus hijos (Padres) / No trabajar en equipo (Emprendedor@s)

Cada niño es diferente y único. Además de tener talentos y habilidades diferentes, cada persona tiene una chispa diferente. Uno de los errores más comunes es que el emprendedor está tan enamorado de su proyecto que cree que sólo él puede llevarlo a cabo. Conocer las limitaciones y recurrir al asesoramiento de expertos hará que los problemas se resuelvan antes de que sea demasiado tarde. No tiene más éxito quien tiene más conocimientos, sino quien conoce sus limitaciones, porque buscará a otro que se haga cargo de lo que no domina.

3)  Hacer todas las tareas por ellos (Padres) / Confundir una idea original con una buena oportunidad de negocio (Emprendedor@s)

Muchos padres cometen el error de no darles suficientes responsabilidades a sus hijos. Hacen todo por ellos y el resultado es que los hijos se sienten incapaces de enfrentarse a los desafíos cotidianos. Una idea no es un producto y una idea no es una empresa. Se puede tener una idea muy brillante pero que esta no tenga aplicación práctica en el mercado porque tener una idea y ponerla en marcha son cuestiones muy diferentes. Seamos realistas: La competencia es tan alta que sería un error pensar que con una pequeña innovación en algo que ya existe se puede sobrevivir en el mercado.

4)  Evitar que se equivoquen (Padres) / No admitir nuestros errores ni aprender de los que otros ya han cometido (Emprendedor@s)

Con muy buenas intenciones, los padres tratan de proteger a sus hijos de tomar decisiones erróneas. Prefieren intervenir antes de verles sufrir con las consecuencias de una mala decisión. En el plano emprendedor, no se trata de imitarlos o copiarlos, se trata solo de “no tropezar con la misma piedra”. Siempre es difícil admitir que se comete un error, pero los errores sirven para aprender y son parte de la vida, así que hay que aprender de ellos y animarse a seguir intentándolo.

5)  No fomentar la necesidad del aprendizaje constante (Padres) / No hacer una apuesta clara por la innovación y el conocimiento (Emprendedor@s)

Los padres creen que el proceso de aprendizaje necesariamente tiene que ser forzado y que solo se puede lograr que el niño aprenda si se ejerce cierta presión sobre él. Por otra parte, para un emprendedor es fundamental conocer el mercado en el que quiere establecerse: tamaño, público objetivo, competencia, cuota de mercado…. En muchas ocasiones el emprendedor ya ha trabajado varios años en el sector pero a veces tiene un conocimiento parcial del negocio. Fomentaremos una característica clave de un emprendedor: la de saber investigar y aprender por su propia cuenta.

6)  Apoyar a los hijos con medios específicos (Padres) / Centrar el apoyo financiero de la empresa en un dudoso capital y subvenciones (Emprendedor@s)

Cada niño llega a un punto en el cual debe desarrollar sus habilidades distintivas con un método idóneo y los padres deben de tener cuidado al escogerlo ya que debe ser un ejemplo e inspirador. Existen emprendedores que piensan que se puede comenzar un negocio con un capital por debajo de lo necesario, confiando en las futuras ganancias. En la mayoría de casos, las ventas no alcanzan a presentar el margen de ganancia esperado. La falta de liquidez en los primeros meses de actividad del negocio es, desgraciadamente, una realidad a la que nos enfrentamos y habrá que cuadrar las cifras sin tener en cuenta las subvenciones. Si luego vienen mucho mejor, pero es un error el depender de ellas.

7)  No coordinar una agenda de actividades o planning con los hijos (Padres) / No contar con un plan (o un buen plan) de viabilidad inicial (Emprendedor@s)

Un hijo también va a necesitar herramientas específicas para organizarse y tener claros sus objetivos. No tener ni idea de los números de mi empresa desde luego no es algo que invite a pensar en el éxito. Es cierto que hacer un plan de empresa resulta demasiado complicado y al final muchos emprendedores deciden saltarse el trámite. Una proyección es sólo una estimación de la realidad, por lo que cuantos más factores consideremos al realizarla, será menos susceptible de errores y ¡ojo! utilizar datos no realistas, no es mentir a nadie, es mentirse a sí mismo.

En fin, el decálogo de errores es mucho mayor pero con estos paralelismos intentamos mostrar los que sobretodo, entendemos que son un clásico. Aprende, consolida tus conocimientos, innova, no tengas miedo a preguntar y… ¡despega! El tiempo y la constancia seguro que te terminarán premiando con un proyecto serio y rentable. Y tú ¿Qué errores crees que cometiste al empezar y con los que ahora no “tropezarías? 😉

Ha llegado el momento de despegar...

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