Los siete errores más frecuentes del EMPRENDEDOR
O de cómo un emprendedor se parece más de lo él cree a un padre preocupado por la educación de sus hijos en valores de crecimiento y superación
Inicio con este post un reply de las 5 colaboraciones en forma de post que he podido desarrollar para la gente de www.beneficiosconmarketing.com . Por desgracia y limitaciones de tiempo, estas no han podido ir a más, pero ahora que he visto que las han ido publicando, he decidido como autor, hacer lo propio en mi blog 🙂
Todo aquel que trabaje habitualmente con emprendedor@s habrá detectado en muchas ocasiones la más que tendente propensión a incurrir en errores, muy frecuentes la mayoría de ellos, que podrían ser susceptibles de evitarse aplicando unas consideraciones básicas que nos serán muy útiles a la hora de contar con argumentos y razones en el proceso de asesorar y/o orientar al emprendedor/a en la siempre tediosa tesitura de comenzar una aventura empresarial.
Me encontraba pues buceando en busca de información y tratando de sintetizar unas reglas básicas que vincularan los trámites y requisitos que hacen falta para poner en marcha un negocio con la forma más idónea de hacerlo, cuando de repente, casi sin quererlo, de forma súbita y como una inesperada pero fructífera casualidad, apareció en mi pantalla un artículo del excelente portal www.emprendedoras.com donde se reflexionaba sobre los errores más comunes que los padres cometen con respecto a sus hijos y que aplacan sus expectativas de crecimiento en la vida. Una sonrisa iluminó mi cara… ¿vislumbran el curioso paralelismo entre ambas cuestiones? Es evidente que todo padre desea que sus hijos tengan éxito y también que esto es uno de los mayores desafíos de un adulto: Al igual que ser un emprendedor/a. Nos educan para enfrentarnos a muchas pruebas en la vida, pero nadie nos prepara para el gran reto de emprender una aventura empresarial y la educación “generalista” “masiva” o “cómoda” a la que nos han acostumbrado, en clara consonancia con los valores sociales actuales, es probable que dañe y perjudique más que favorezca el espíritu de un emprendedor/a, invitándoles a tomar una actitud pasiva hacia el comienzo de un proyecto, que no deja de ser un reto. Es cierto que debemos estar bien formados para recibir instrucciones y para seguir órdenes, pero también lo debemos de estar para desarrollar adecuadamente nuestra creatividad y para poder comenzar a emprender una aventura por nuestra propia cuenta.
Dicho lo cual y siguiendo el nexo que hemos creado entre padres y emprendedores, podemos, de una forma original, aventurarnos a enlazar unas problemáticas con otras para también aportar soluciones que nos permitan enfrentarnos a nuestras carencias o dudas con las suficientes garantías de éxito. Los siete problemas o errores principales que destacaríamos serían los siguientes:
1) No ser conscientes del potencial de los hijos (Padres) / Derroche de optimismo inicial (Emprendedor@s)
A pesar de que un buen rendimiento escolar es positivo, debemos siempre tener en mente el reconocer y fomentar las capacidades que nuestros hijos vayan dejando entrever, y además, con cautela. De la misma forma, el emprendedor que empieza tirando la casa por la venta con inversiones desproporcionadas y sueldos elevados, está abocado a medio plazo a pasar dificultades. Hay que ser muy precavidos a la hora de gastar el dinero y a medida que la empresa va progresando, van aumentando sus gastos. En este caso, esta permitido y recomendado pecar de modesto.
2) No respetar la individualidad de sus hijos (Padres) / No trabajar en equipo (Emprendedor@s)
Cada niño es diferente y único. Además de tener talentos y habilidades diferentes, cada persona tiene una chispa diferente. Uno de los errores más comunes es que el emprendedor está tan enamorado de su proyecto que cree que sólo él puede llevarlo a cabo. Conocer las limitaciones y recurrir al asesoramiento de expertos hará que los problemas se resuelvan antes de que sea demasiado tarde. No tiene más éxito quien tiene más conocimientos, sino quien conoce sus limitaciones, porque buscará a otro que se haga cargo de lo que no domina.
3) Hacer todas las tareas por ellos (Padres) / Confundir una idea original con una buena oportunidad de negocio (Emprendedor@s)
Muchos padres cometen el error de no darles suficientes responsabilidades a sus hijos. Hacen todo por ellos y el resultado es que los hijos se sienten incapaces de enfrentarse a los desafíos cotidianos. Una idea no es un producto y una idea no es una empresa. Se puede tener una idea muy brillante pero que esta no tenga aplicación práctica en el mercado porque tener una idea y ponerla en marcha son cuestiones muy diferentes. Seamos realistas: La competencia es tan alta que sería un error pensar que con una pequeña innovación en algo que ya existe se puede sobrevivir en el mercado.
4) Evitar que se equivoquen (Padres) / No admitir nuestros errores ni aprender de los que otros ya han cometido (Emprendedor@s)
Con muy buenas intenciones, los padres tratan de proteger a sus hijos de tomar decisiones erróneas. Prefieren intervenir antes de verles sufrir con las consecuencias de una mala decisión. En el plano emprendedor, no se trata de imitarlos o copiarlos, se trata solo de “no tropezar con la misma piedra”. Siempre es difícil admitir que se comete un error, pero los errores sirven para aprender y son parte de la vida, así que hay que aprender de ellos y animarse a seguir intentándolo.
5) No fomentar la necesidad del aprendizaje constante (Padres) / No hacer una apuesta clara por la innovación y el conocimiento (Emprendedor@s)
Los padres creen que el proceso de aprendizaje necesariamente tiene que ser forzado y que solo se puede lograr que el niño aprenda si se ejerce cierta presión sobre él. Por otra parte, para un emprendedor es fundamental conocer el mercado en el que quiere establecerse: tamaño, público objetivo, competencia, cuota de mercado…. En muchas ocasiones el emprendedor ya ha trabajado varios años en el sector pero a veces tiene un conocimiento parcial del negocio. Fomentaremos una característica clave de un emprendedor: la de saber investigar y aprender por su propia cuenta.
6) Apoyar a los hijos con medios específicos (Padres) / Centrar el apoyo financiero de la empresa en un dudoso capital y subvenciones (Emprendedor@s)
Cada niño llega a un punto en el cual debe desarrollar sus habilidades distintivas con un método idóneo y los padres deben de tener cuidado al escogerlo ya que debe ser un ejemplo e inspirador. Existen emprendedores que piensan que se puede comenzar un negocio con un capital por debajo de lo necesario, confiando en las futuras ganancias. En la mayoría de casos, las ventas no alcanzan a presentar el margen de ganancia esperado. La falta de liquidez en los primeros meses de actividad del negocio es, desgraciadamente, una realidad a la que nos enfrentamos y habrá que cuadrar las cifras sin tener en cuenta las subvenciones. Si luego vienen mucho mejor, pero es un error el depender de ellas.
7) No coordinar una agenda de actividades o planning con los hijos (Padres) / No contar con un plan (o un buen plan) de viabilidad inicial (Emprendedor@s)
Un hijo también va a necesitar herramientas específicas para organizarse y tener claros sus objetivos. No tener ni idea de los números de mi empresa desde luego no es algo que invite a pensar en el éxito. Es cierto que hacer un plan de empresa resulta demasiado complicado y al final muchos emprendedores deciden saltarse el trámite. Una proyección es sólo una estimación de la realidad, por lo que cuantos más factores consideremos al realizarla, será menos susceptible de errores y ¡ojo! utilizar datos no realistas, no es mentir a nadie, es mentirse a sí mismo.
En fin, el decálogo de errores es mucho mayor pero con estos paralelismos intentamos mostrar los que sobretodo, entendemos que son un clásico. Aprende, consolida tus conocimientos, innova, no tengas miedo a preguntar y… ¡despega! El tiempo y la constancia seguro que te terminarán premiando con un proyecto serio y rentable. Y tú ¿Qué errores crees que cometiste al empezar y con los que ahora no “tropezarías? 😉
Publicado el 15 diciembre, 2011 en EL DISCO DURO y etiquetado en aventura, emprendedor, emprender, empresa, empresarial, errores, ideas, lanzarse, Original. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
Muy bueno Oskar! ;D Yo como consejo añadiría que se intentara trabajar siempre en parejas.
Que cada día, al final de la jornada se marquen unos objetivos claros a conseguir durante la jornada laboral siguiente y que los 15 minutos de la jornada laboral se realice una pequeña puesta en común de como se encuentra el trabajo de cada uno, las dificultades que está encontrando y si alguien puede aportar soluciones.
No trabajar más de 7 horas al día, dedicar el tiempo libre a relajarse y cuidarse, porque a la larga el que no vive y solo trabaja emplea el tiempo de trabajo en intentar vivir (lo cual no consigue) y se baja muchísimo la productividad y los resultados.
Respecto a la pasta, al principio se necesita más de la que tienes, empezar siempre cuesta, opta por plantillas justas enfocadas 100% al negocio principal de tu empresa, el resto externalízalo y paga sólo lo que realmente necesites puntualmente. Si no haces webs no tengas un programador para tu web, a la larga es más barato externalizar.
Mira ofertas para papelería, cartelería, tarjetas de visita… (internet esta llena) busca freelances que te puedan solventar algún problema puntual a precios reducidos y sobre todo si la empresa depende de ti y es tu ilusión: sáltate TÚ junto con los empleados que quieran voluntariamente la máxima de las 7 horas durante pequeños lapsos de tiempo para dar el empujón inicial.
Debes preocuparte mucho por los trabajadores: que estén contentos, que rindan, no les marques jornadas, márcales objetivos, incentívales: ya sea con una tarde de SPA por haber conseguido un GRAN objetivo o con una prima. claro está si hay dinero para eso. Si no lo hay, siempre puedes dar la tarde o día libre, se lo merece ha conseguido algo importante para ti.
Al final escribiré yo otro post jajaja, con esto ya está bien.
Como siempre Jorge, todas y cada una de tus reflexiones post ‘post’ son sencillamente fantásticas, y sí, al final acabas escribiendo tú un post adicional 😉 ¡Gracias!
Buenos consejos Oskar . Creo además, que cuando emprendes un negocio debes tratar de implicar emocionalmente a la gente que puede ayudarte a ponerlo en marcha y hacer que funcione, dándole una pequeña participación en lugar de pagarle por sus servicios.
Der ser padre me queda mucho que aprender, asì que no puedo opinar. Respecto de lo otro creo que la mayoría de puntos son mas bien, para aquellos que ya tienen su empresa en marcha hace ya.