Restaurante DAIKICHI en Alicante

Después de nuestra reciente experiencia en el Daikichi hubo una cosa que Alfonso, José Luis y a mí nos quedó clara: Si hubiéramos nacido en Japón seríamos luchadores de sumo. ¿Por qué? Pues básicamente porque el festival de arroz y viandas típicas que nos pegamos fue de antología, de órdago, de cerezo en flor o de vaya ud. a saber… parecía “la fi del món” o que no fuera a haber un mañana. Allí celebramos la fiesta del loto, del crisantemo y hasta del clavel rojo chillón, madre del señor… ¡Que barbaridad! 😉 Una cosa es ir con hambre y otra lo que nos pasó a nosotros que sin hablarlo, nos pusimos de acuerdo para no almorzar y pegarnos un homenaje en este excelente y auténtico establecimiento de gastronomía japonesa que además, destierra absolutamente el manido postureo de otros establecimientos para centrarse en ofrecer platos y gastronomía auténticamente japonesa, que te podrá gustar mas o menos, pero que es real y cotidiana del país nipón.

En fin, con este panorama alentador y deseando probar todas esas maravillas que habíamos leído en los comentarios del grupo “Comer y Beber en Alicante”, allí que Nobita,  Takeshi y Doraemon nos fuimos y nos dispusimos a gozarlo cosa bárbara, y vaya si lo hicimos. Cuando uno entra en Daikichi lo primero que siente es un ambiente muy familiar y encuentra un localito pequeño, muy acogedor y con el aspecto de una taberna japonesa, lo cual es muy de agradecer por lo original del concepto.

Daikichi, cerveza, sunomono y hiyashi chuka

Llegué el primero y mientras mis compis asomaban, pude saludar a Meng Qi, el responsable de la sala y grandísimo anfitrión al que yo tenía también muchas ganas de conocer. Un tipo encantador, auténtico, al igual que su esposa  Mizuki, que además es cocinera allí.  Me acomodaron en una mesita para 4 con bancos y sillas y para hacer la espera más amena,  me fue servida una Asahi, una interesante cerveza japonesa y un bol cerámico de sunomono y que contenía encurtidos a la vinagreta, en este caso algún tipo de alga (no pregunté cual) y pepino muy finito. Rico. Al llegar finalmente a la mesa mis compañeros, pedimos más cervezas, en este caso también Kirin Ichiban, mas suave que la Asahi, y ojeamos la carta de mediodía, que según nos contó Meng, difiere de la de la noche porque cada una incluye lo que él denomina “un producto estrella”. La de la noche incluye sushi y la de mediodía, las afamadas takoyaki que son unas bolas del tamaño de una pelota de pingpong  hechas de harina de trigo, huevo, jengibre, algas  y trozos de pulpo. Además, se hacen a la plancha y no fritas, lo que para mí es un valor añadido. Teníamos muchas ganas de probarlas y pedimos toda la variedad que había en la carta. También y fuera de carta, vimos que teníamos la posibilidad de probar un plato de verano típico de Japón al estilo de una ensalada y allá que lo pedimos también.  Otro de los platos mas reconocidos de la carta son los donburi (que significa cuenco) que están rellenos de arroz y que encima contienen distintos tipos de ingredientes como carne, pescado, marisco, vegetales en distintas salsas.  Al igual que con los takoyaki, pedimos varios donburi y viendo la cara de circunstancias que Meng ponía repasando las cantidades pedidas, decidimos parar no fuera a ser que, incluso nosotros, maldecidos con el don de la eterna digestión , nos estuviéramos pasando. 😛

Takoyaki daikichi de sousu mayo, ponzu mayo, chili mayo, shio rayu

Lo primero que llego a la mesa fue el hiyashi chuka, que sería lo que nosotros llamaríamos una ensalada de verano fresquita. Consistía en un mix de fideos,  jamón de york, tomate, pimiento, brotes de soja y alguna verdura más, todo ello frío y regado con una deliciosa salsa con sabor a sésamo. Muy rico la verdad. Mientras dábamos cuenta de este plato, empezaron a desfilar por las mesa los platos de takoyaki. Hablo en nombre de mis compañeros si digo que son absolutamente deliciosos, nos encantaron. Las 7 bolitas que contiene cada plato, independientemente de la salsa que incluyan, tienen una cosa en común: No son nada aceitosas y sí absolutamente cremosas. No te lo esperas. Quizás porque crees que van a ser mas estilo buñuelos seguramente, que es lo que nos pasaba a nosotros. El sabor es excelente, nada fuerte y se aprecian perfectamente los trozos de pulpo. Los 4 platos que pedimos fueron Suosu Mayo (la salsa tradicional con mayonesa y copos de bonito, para mí, el mas rico de todos), el Ponzu Mayo (con salsa ponzu y mayonesa, muy bueno también por el puntito ácido que tiene esta salsa ya que suele contener lima y vinagre), el chili mayo (con mayonesa, lechuga y salsa dulce-picante al estilo de las que se utiliza para las bitterballen holandesas o el shawarma. No demasiado picantes) y por último estilo shio rayu (que incluía en su elaboración aceite picante y salsa mas picante aún), pero para ninguno de los comensales, el grado de picante llegó a ser un problema. Meng adicionalmente nos comentó que este tipo de takoyaki ahora mismo hay solo 2 sitios que lo hacen en España (y el otro está en Sitges) y ya empieza a tener clientes que van solo y exclusivamente al Daikichi a probarlo, que por cierto, se hace bajo receta casera e indicaciones a imagen y semejanza de un bar en el centro de Osaka especializado solo en ello.

Donburi Daikichi de katsudon, gyudon y oyakodon

Sin cortar el flujo de Asahi y Kirin, entraron en escena los donburi. El primero que llegó fue el oyakodon, que era de pollo y de huevo. Destacar la buena cantidad de comida de cada cuenco y en este caso, la calidad tanto del pollo como del sabor del conjunto ligado con la salsa. El arroz estaba en un excelente punto y le notamos un gustito muy agradable a pollo de corral, pollo de calidad. Luego llegó el katsudon, que es cerdo empanado. Ídem sensaciones que el pollo y una salsita muy agradable. Carne muy tierna y el rebozado muy ligero. Por último, llegó a mesa el cuenco llamado gyudon, que era de ternera con jengibre encurtido. Este cuenco nos despertó sensaciones contradictorias ya que por un lado, encontramos excelente tanto la salsa como el poder encontrar trocitos de jengibre encurtido (a José Luis y a mí nos encanta) mezclados con el arroz. Lo que para nosotros baja el listón de este donburi respecto a los otros es que la ternera, tal y como apuntó Alfonso, está hecha al vapor y se queda, bajo nuestro parecer, excesivamente seca, y como está cortada de forma lonchada y finita, pues aún se nota más seca. El sabor al igual que el resto, impecable.

Dorayaki Daikichi, yukimi daifuku, mochi, anko

Sinceramente y como he comentado al principio, estábamos hasta arriba, hasta el infinito y mas allá, y gracias a que Meng tiene mas cabeza que nosotros porque aún le habíamos pedido un cuarto cuenco con pollo crujiente marinado y le ordenó a la cocina que no lo sacara, menos mal. Claro, aún nos quedaba sitio para el postre y estando Doraemon y sus amigos en el Daikichi… ¿Cómo no iban a pedir dorayaki? Si veis este manga animado, son los famosos pastelitos que se come el gato cósmico a todas horas y es un tipo de pastel dulce japonés que consiste en dos bizcochos de forma redonda, denominados kasutera, y que están rellenos de anko, que es una especie puré dulce de judías rojas y chocolate. ¡Riquísimo! Al principio y con el primer bocado la sensación es un poco desconcertante, pero a medida que vas comiendo te gustan mas y mas. He podido ver en la fanpage del Daikichi en Facebook que los hacen caseros todas las mañanas, con lo cual aún me supieron mejor. Junto al dorayaki (que partimos en 3) también tomamos 3 yukimi daifuku, que son 3 bolitas (la cosa iba de bolitas) de helado de vainilla muy suave envueltas en una fina capa de mochi (pasta de arroz glutinoso). Vamos, una cubierta gomosa de arroz que mantiene el helado dentro a temperatura. Al igual que el otro postre, el primer bocado es curioso pero también te lo comes muy a gusto.  En fin, compartiendo con Meng una agradable sobremesa y brindando con mini-sake a los que fuimos obsequiados, llegamos al final de esta fantástica comida que todos los comensales participantes valoramos muy positivamente y que estamos deseando repetir, tanto en su versión de mediodía como en la nocturna que nos gustaría conocer. El total de la cuenta fue de 107,10€, lo que dio un coste por comensal de 34,70€. Kampai!

Alfonso, Meng, José Luis, Mizuki y Oskar

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Publicado el 1 septiembre, 2014 en COMER, BEBER Y AMAR, VISITE NUESTRO BAR y etiquetado en , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

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