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EL MISTERI D’ANNA en Elx (Alicante)

Placer y trabajo se dieron la mano recientemente en campo ilicitano. Vía Social Monkers he tenido la enorme fortuna de conocer este magnífico establecimiento y sobre todo, a la gran familia detrás de este restaurante tan especial de Elx (Elche). Son casi 10 años de trabajo los que los contemplan a Ana y Pedro y no ha sido nada fácil, porque además, apostaron muy fuerte y empezaron en su actividad cuando nuestra economía daba sus últimos coletazos de grandeza y se adentraba en la época caótica y desilusión de la que parece que estamos empezando a asomar la cabeza. Que hayan podido aguantar todo este tiempo dice mucho de ell@s. El Restaurante El Misteri d’Anna se haya ubicado en una partida de chalets residenciales llamada Peña Águila que queda muy cerquita del Centro Comercial L’Aljub. Encontrarlo puede tornarse tarea compleja y mas si uno no está familiarizado con Elx, pero hoy en día no hay sitio que no te geoposicione google maps y  puedo asegurar que su búsqueda merecerá la pena.

Aprovechando que visito esta localidad y que hay dos amigos que también están ese día por allí, me doy cita con ellos y aprovechamos para comer juntos en el magnífico entorno que posee el restaurante: Es un chalet habilitado con parking propio, parking en la misma finca, salón de eventos y celebraciones, jardín y ya en el interior del mismo, hay 3 salones con diferente ambientación para una comida mas distendida, familiar, de negocios… etc. Al llegar somos recibidos por Pedro Guijosa y por Ana Jiménez, la mamá de Ana María Santoyo, la enorme cocinera, que se encuentra en lo suyo y que a la postre es lo que mas le gusta, su cocina. Pedro y Ana dirigen con acierto la sala, haciendo que el comensal desde el minuto uno se sienta como en casa bajo un clima de cercanía y complicidad, creando una gran familiaridad con profesionalidad y sin excentricidades. Esto es un punto importante en la atención en sala de un restaurante ya que los excesos de mimos y dulzura, muchas veces forzados, empalagan y las carencias de los mismos, pueden condicionar negativamente la experiencia. La clave es tener un saber estar propio y este normalmente viene de la experiencia de años de trabajo sumado del buen hacer y sociabilidad del personal adscrito a estas tareas, algo precisamente que tanto Ana como Pedro bordan.

Misteri d'Anna Salón, aperitivo, huevo con foie y alcachofas con almejas

Dentro de la oferta disponible consistente en 3 menús fijos, carta y platos y sugerencias del día, nos decantamos por el menú ejecutivo de 22€ y Ana nos hace un par de  observaciones: Por un lado, que también entre los primeros a elegir ese día podemos optar por una menestra de verduras de temporada con alcachofas y almejas y por otro, que si queremos complementar la comida, han recibido esta misma mañana unas zamburiñas fresquisimas que nos puede poner para compartir. La verdad, en la mesa sientan muy bien esas sugerencias y nos decantamos por ambas propuestas a razón de: 6 zamburiñas al medio para compartir (2 x persona), dos huevos confitados con foie y trufa negra junto con las verduras de temporada con alcachofas y almejas, esto como primeros, para después pedir un arroz meloso de vieiras y gambas y dos arroces de setas e ibéricos de segundo. Para mitigar la espera, unos frutos secos en mesa junto con varias cañas y una botella de agua mineral, todo incluido en el menú ejecutivo.

La primera sorpresa es que el menú comienza con un aperitivo a propuesta del chef, lo que hace este menú aún mas goloso: Patata frita con gulas y gamba. Riquísimo. Una excelente forma de abrir boca. Lo siguiente que hizo acto de presencia en mesa fueron los huevos confitados con foie y trufa negra, también conocidos como el plato estrella de la casa y que según me comentaron en mesa, los clientes no permiten que se retiren de la carta de ninguna manera. La verdad, no me extraña: Son unos huevos cocinados en abundante aceite a baja temperatura junto con foie servidos con parte de este aceite y terminados con aroma de trufa negra. Tras mezclarlos en el plato quijotesco en el que son presentados el resultado es magnífico. Sabor, melosidad, cremosidad y mucho pan para mojar la deliciosa combinación. El plato de menestra también acompañó a los huevos y según la amiga que lo degustó, estaba exquisito. Abundantes almejas, una salsa verde muy bien ligada y la textura de las verduras en un punto de dureza versus crudeza perfecto. En todos los platos no quedó prácticamente nada, sin duda, la mejor señal que uno puede enviar a una cocina.

Misteri d'Anna zamburiña, vino rueda, arroz con vieiras y gambas y arroz con setas y costillasTras retirar los primeros llegaron al centro las zamburiñas. Ciertamente un bocado espectacular que une en boca toda la carnosidad de este molusco braseado con un suave pero innegable sabor a mar que las convierte en adictivas. Acompañamos los primeros y también las zamburiñas como los arroces con un vino D.O Rueda llamado Valle de la Vega. Un verdejo de color amarillo alegre vivo con una intensidad aromática alta que acompaña muy bien este tipo de menú. Respecto a los arroces, el meloso de gambas y vieiras sensacional y si te gustan los sabores potentes mas aún ya que a Ana le gusta mucho hacer sus fondos bien concentrados, y se nota en el sabor del resultado final. Respecto al punto del arroz, para mí extraordinario ya que se sirvió con esa textura que por la Marina Baixa denominamos «teset» o durito, que a mi personalmente me encanta. Respecto al arroz de setas e ibéricos (costilla) destacar también un punto excelente del arroz, un sabor muy agradable que aunaba el gusto a carne, a setas junto con unos destellos ahumados fantásticos. Tanto en el meloso como en este arroz la cantidad de trocitos fue muy abundante y también es muy importante destacar una cosa que no suele ocurrir en todos los restaurantes: Los arroces se hacen de forma individual, es decir, que no hace falta pedir a mesa completa el mismo arroz para que pueda marcharse. En nuestro caso a mesa salieron dos paellas de arroz con setas e ibéricos y un arroz meloso. Buena política, muy buena.

Misteri d'Anna coulant, tarta queso, torrija y ticket

Tras el festival de arroces, de raciones muy generosas, llegó el turno de los postres y para que en la mesa todos pudiéramos probar de todo, pedimos tres de las opciones del menú: Coulant de chocolate, Crema de queso con frutos rojos y crumble de almendra y Torrija de pan brioche caramelizada… ¡Madre mía!. Todos fabulosos. El coulant sensacional con potencia de chocolate y corazón mantecoso como corresponde. El cremoso de queso es una original forma de presentar la clásica tarta de este producto y realmente muy atractiva ya que permite al comensal mezclar y combinar los ingredientes a su antojo consiguiendo en boca todo el sabor que tendría el conjunto tradicional. En cuanto a la torrija… palabras mayores: Si a lo delicioso de este dulce le sumamos pan brioche en vez del normal, un extra en forma de golosísima infusión y lo redondeamos todo con un caramelizado del mismo tipo que le pondrías a un crema catalana o a un buen arroz con leche, el resultado es sencillamente sobresaliente. Una delicia jugosa y repleta de sabor y esponjosidad. Lo malo de este postre es que podrías comerte otra y otra y otra… ¡y no pararías!.

Cafés, infusiones y una agradable sobremesa pusieron el punto final a esta comida. El precio final de la misma para 3 comensales fue de 79,20€ (22€ de los menús x 3 más el extra de las 6 zamburiñas) donde hay que destacar que todas las bebidas junto con los cafés están incluidas en el mismo así como las cantidades que tomes. Con esto no quiero decir que uno pueda recrear «Leaving Las Vegas» sino mas bien que sed no vas a pasar y que te van a servir durante la comida todo lo que demandes, otro detalle que si tenemos en cuenta el precio y las virtudes del menú resulta tremendo 😉

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www.elmisteridanna.com

Bodegas BROTONS de El Culebrón (Alicante)

Que especial es este post para mí. Lo es porque el sitio que os voy a descubrir (a los que no os suene o sepáis ya de él) me fue dado a conocer a mi hace muchos años a su vez por mi suegro, al que tengo muchísimo aprecio. Además, lo que empezó siendo una excursión para comprar un tipo de vino muy concreto y curioso: El Matusalem, terminó derivando en posteriores visitas a la localidad de El Pinòs de la cual como he comentado en mas de una ocasión, me declaro fan absoluto.

Bodega Brotons

La bodega Brotons se encuentra  sita en El Culebrón, una de las pequeñas pedanías colindante que tiene El Pinós y uno se la encuentra a mano derecha si viene desde la carretera de Monóver, pero ojo, porque hay que estar muy atento ya que desde el coche no destaca a simple vista y lo que vamos a ver en exterior, a priori quizá no lo vamos a asociar a lo que entendemos como una bodega al uso. Es cierto también que lo que vamos a encontrar de puertas para adentro es mas un despacho de vino y tienda de almacenando en vez de una bodega con barricas reposando (que también está, pero no es visible). Eso es precisamente lo primero que vamos a ver si traspasamos la metálica puerta roja, prácticamente sin identificar y con un pequeño cartel: Una estancia con un agradable olor (como el de todas las bodegas) donde disponemos de varias estanterías con productos muy variopintos y grandes toneles y depósitos de venta a granel con referencias como:

  • Tinto
  • Tinto 2ª
  • Tinto Añejo
  • Tinto Doble Capa
  • Tinto Especial
  • Tinto Reserva
  • Dormilón
  • Añejo Dulce
  • Añejo Blanco
  • Blanco
  • Fondillón distintas añadas
  • Moscatel
  • Vermú 
  • Matusalem
  • Cava
  • Frutos secos
  • Aceite
  • Tortas gazpacho
  • ….

Toneles, garrafas y barricas

Es una gozada porque todos los productos son propios y artesanales, tan artesanales, que es el propio dueño de la bodega (uno de los hermanos Brotons) Robert, quien está allí llenado los envases a los clientes. Esto es bueno saberlo porque lo recomendable es visitarlos con botellas o garrafas vacías como hacemos nosotros para poder ir llenando en envases propios y así además, ahorrar en el precio final. Como decía al principio, el producto por el que solíamos venir aquí es el matusalem, un vino generoso, de largo envejecimiento (de ahí el nombre), fortificado con la adición de alcohol que le imprime carácter. Yo le llamo «vino de pasa» porque su dulzor y sabor es equivalente a hacer un puré de pasas y licuarlo. Tiene mucha densidad y cremosidad y a una temperatura muy baja, es realmente delicioso. 

Productos, porrones de prueba y litros a granel

En esta ocasión y tras haberlos probado ya en veces anteriores, yo personalmente compré varias botellas de vermú y alguna de añejo blanco. Hablando de probar, en el fondo de la bodega disponen de una mesita con numerosos porrones de todos los productos con lo que uno puede ir haciéndose a la idea de cual es vino que mas le gusta. Reconozco que hay algunos que a primer gusto no son nada fáciles, pero dándoles una oportunidad te pueden representar un buen papel. En mi caso esto me pasó con la referencia del Añejo Blanco y es que es un vino «difícil», de gusto fuerte, y que deja un rastro caluroso en la garganta notable. ¿Que ocurre? Pues que una de las veces que visité la bodega me atendió una señora que me preguntó si me gustaba cocinar y al decirle que sí, me lo recomendó encarecidamente: Resultó todo un acierto. De hecho, lo compro precisamente para eso. Es un vino que resulta espectacular cuando lo incorporas en todas las recetas donde se pide vino blanco, incluso algunas donde se pide cognac o brandy. Es mas, yo lo he llegado a gastar tanto para un sopa de cebolla, como para la elaboración de gyozas caseras en sustitución del sake, y os aseguro que el resultado es sobresaliente. En lo que respecta al vermú, es fantástico, sublime, espectacular y lo mejor… ¡cuesta 2,10€ el litro! Si si, como lo estáis leyendo. Son muchísimas las hierbas y especias que se utilizan en su elaboración y en ellas reside el secreto que guardan los fabricantes de los buenos vermús, ya que los gustos y olores que pasan al vino son en muchos casos muy amargos, y ahí debe estar la habilidad del enólogo para hacerlo en su justa medida e intensidad.

Si os sirve de ejemplo, os puede contar como anécdota que una vez en casa llene una botella Yzaguirre con este vermú y en una cena de amigos, se lo dí a probar. Entre mis amigos, hay uno que le encanta el vermú y fue curioso pues a pesar de que se tomó un par, no notó ninguna diferencia y en una de las ocasiones al terminar el vaso dijo «que rico está». Tras la cena le expliqué la jugada y no se lo podía creer, entre otras cosas porque la diferencia de precio entre uno y otro es muy notable. Os lo pongo de ejemplo para que veáis que sorpresas pueden derivar algunas bodegas. 

Ticket bodega brotons

Respecto al precio de los productos, están en la foto del ticket: Vermú a 2,10€/litro, Añejo seco a 1,50€/litro y fondillón a 3,65€/litro. En fin, siempre que voy me traigo lo que buenamente puedo y la mayoría de botellas son para tener detalles con amigos o familiares que me piden porque se enteran de que tengo que ir.

Buen producto a buen precio y por ponerle un enorme «PERO», solo comentar que sé porque lo he leído en alguna publicación especializada, que en la pared de al lado del despacho y venta, la familia Brotons guarda un tesoro brutal en forma de barrica de fondillón milenario de nada mas y nada menos que 1880. Total, 135 años de historia envasada. Sé además que ese mágico y ancestral néctar se ha dado alguna vez a probar a gente conocida de la bodega, pero la verdad, yo no he tenido esa suerte y mira que se lo he dejado caer al dueño en cada visita por activa y por pasiva, pero todos los años pasa de mi y se hace el remolón. En fin, a ver si alguna vez se apiada antes de que semejante joya se agote 😉

Foto Vicente Corona (VCrown)

Foto propiedad de Vicente Corona (VCrown)

Disponéis de mas info oficial en: www.vinosculebron.com

Aunque la disfraces, la palabra que buscas se llama VENDER (I) | ElSumiller.com marzo 2015

Oskar Articulo original

Quizá este texto hubiera sido más apropiado en el pasado mes de febrero por aquello del carnaval, pues ha sido precisamente este evento el culpable, y por tanto inspirador, del título de este artículo por aquello de “disfrazar” o “enmascarar” que tanto nos gusta hacer a veces. Siempre me ha dado la impresión que le tenemos cierto respeto y al mismo tiempo espanto a la palabra vender. Y no me extraña en absoluto aunque no deje de sorprenderme, y no lo hace porque cuando nuestro modo de vida e ingresos dependen de una palabra, lo mínimo que podemos tenerle es una notable consideración.

Cuando me entrevisto con clientes y potenciales, me encuentro muy a menudo con muchas dudas razonables sobre la motivación que ha de regir su presencia en canales sociales, la tengan o pretendan tenerla (la presencia), y también que suelen aplicar una doble “vara de medir” a la hora de poner en una balanza lo que esperan de ella en dichos canales online: Por un lado, a muchos se les antoja la presencia de su establecimiento, negocio, marca como un “must” o algo obligatorio, de moda y donde hay que estar actualmente, y por otro lado, hay quien llega a las redes sociales en una situación de desesperación o como último recurso y esperando que de la noche a la mañana y tras abrir una página de negocio en Facebook, su establecimiento de forma mágica reciba miles y miles de visitas, cientos de personas nuevas entrando por la puerta y que las ventas, reservas, contrataciones, etc… se disparen a asombrosas y extraordinarias cotas inimaginables.

Lógicamente, los puristas tanto de un caso como del otro se equivocan y como en todo en la vida, hay un término medio. Las Redes Sociales y medios online nos van a permitir llevar a cabo cosas de las que antes no éramos capaces, o al menos, no teníamos tan a mano, de forma relativamente fácil y además, gratuita. Yo muchas veces digo que abrir canales sociales equivale a añadir escaparates a nuestro negocio, lo cual nos hace mas visibles, pero también, mas vulnerables al ante el error o lo que es peor, la dejadez, que es lo que ocurre en el “abrir por abrir” y no mantener o el no actualizar ni informar correctamente a nuestra comunidad tal y como ella espera. ¿En tu restaurante tendrías un ventanal sucio, sin limpiar y lleno de telarañas con menús amarillentos del año 1994 medio cayéndose?. Claro que no, por eso y de la misma forma, no puedes creer que esotéricamente y por abrir una cuenta en la red de moda vas a triunfar y luego tras abandonarla, no va a traerte daños a tu imagen y reputación.

En cualquier caso lo que quiero dejar meridianamente claro con estas palabras es que en las redes sociales se vende y se pueden mejorar los resultados económicos de un establecimiento pero hay que tener muy claras las pautas a seguir y que sobre todo también ser conscientes de una máxima: El “compra ya” el “no te lo pierdas” o reclamos imperativos del estilo no funcionan: La venta online no es agresiva, la venta es ASERTIVA y vamos a profundizar en aspectos concretos de la misma en el artículo del mes que viene. Felices fallas a tod@s los valencian@s y muchas felicidades a todos los papás ;).

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