Bar de pintxos COME COME en L’Alfàs del Pi
Publicado por Oskar García
Por aquellas casualidades de la vida hace varios días descubrí este coqueto bar/tapería y todo sin proponermelo. Había quedado en recoger a un gran amigo en L’Alfàs para irnos a comer al Albir con la sacra misión de encontrar un nuevo santo grial con formato de buffet de sushi donde satisfacer el «ansia viva» que a veces le entra a uno por darse un festín de rolls y nigiris y sustituir de esta forma a mi habitual referencia allí que o bien por cambio de dueños o bien por criterios de gestión, ha dejado de hacer las cosas como a mí me gustaban, y por tanto, ya he descartado. La cosa es que una experiencia que en principio iba a ser «oriental» se tornó en ibérica, concretamente en medio maña y todo gracias a que yendo a buscar el coche, aparcado en la avenida principal de este municipio, andando por la acera mi amigo me advirtió…»Este sitio lo han abierto hace poquito y dicen que está bien para tapear, ¿Te apetece que nos hagamos un vinito?» …y vaya, el vinito derivó en una comida que quiero compartir con vosotros.
El COME COME es un local no excesivamente grande, con algunas mesitas, mesa alta y algo de barra, que lleva abierto un par de meses. Los propietarios son oscenses y lo notaréis enseguida porque en cuanto hablan denotan un claro acento «mañico» y claro, les terminas preguntando. En la barra podemos encontrar un rico, visual y atractivo muestrario de pintxos y elaboraciones que entran solos por la vista, la presencia es excelente. También disponen de una pequeña cava donde guardan a temperatura varias referencias y D.Os de vinos que se pueden tomar por copas y eso es lo que hizo mi amigo con gran criterio, adelantarse a cualquier dilema y pedir directamente 2 copas de Tinto ENATE Cabernet Saugvinon – Merlot del 2010. Esto me gustaría destacarlo porque el Enate, es un vino D.O. Somontano, es decir, de la zona de origen de los propietarios y lo destaco porque me sigue tristemente llamando la atención de cómo hay gente a la que le gusta hacer patria con sus productos y sin ningún complejo y cómo sigue siendo relativamente complicado encontrar «abanderados» de nuestros vinos en nuestra propia provincia de Alicante. Lógicamente no se puede generalizar pero ahí dejo la reflexión.
Por otra parte, es de justicia comentar que este vino sabe extraordinariamente bien, está buenísimo. Tiene un bonito color cereza y en nariz deja notas de vainilla y frutas del bosque. Es muy suave en boca, sabroso, algo carnoso y con una acidez mínima y muy contenida debido a sus 4 o 5 años embotellado. Estaba en su temperatura exacta y sinceramente, absolutamente delicioso. Comentar que la copa de vino se cobra a 2€, que la sirven a mi modo de ver excesivamente rasa (corta) pero en una copa correcta y que nos la acompañaron con dos mini-empanadillas de bocadito de esas que vienen congeladas en bolsa y un vasito de chupito con una crema que forma parte de uno de sus pintxos estrella: El Cocido Completo. Esta crema es ni mas ni menos el resultado de triturar y pasar a puré un poco de caldo del cocido, garbanzos, patata, zanahoria, etc… ¿Resultado? Estaba muy rica si bien algo densa si se pretende servir en ese formato. La cosa es que una vez allí nos pudo mas la curiosidad que las ganas de desplazarnos y nos sentamos en una mesa para dejarnos llevar.
Para ser claros y no mentiros, no teníamos ni idea de que íbamos a comer, pero visto lo visto (o mejor dicho, saboreado lo saboreado) si teníamos claro que queríamos hacerlo con una botella del Enate Cabernet 2010. Por lo demás, la otra duda se resolvió pronto porque uno de los amables propietarios se ofreció a irnos sacando propuestas bajo su criterio y a nosotros, que somos de experimentar, nos pareció muy buena idea, así que nos acomodamos en mesa, templamos copas, nos servimos vino y nos dispusimos a comer algo que, poco tendría que ver con aquel deseo sushi con el que había empezado el día y sí mas con la sorpresa y la novedad.
El desfile de propuestas comenzó con una ENSALADILLA RUSA que aunque en la foto pueda parecer lo contrario, tenía muy buen tamaño y textura de ingredientes, troceaditos como a mi me gusta. La característica mas destacable era que la misma estaba elaborada con pepinillos agridulces (también llamados gherkins) tan utilizados en la cocina alemana. Esto le aportaba un gusto especial a la misma aunque debo decir que para mí, había excesiva cantidad de ellos y sí que faltaba algo mas de mahonesa. El resto era atún, patata, huevo y zanahoria. Rica.
Con la ensaladilla en mesa, nos llegó una TOSTA DE GRATINADO DE ESPÁRRAGOS TRIGUEROS. Esta tosta estaba muy rica. Estaba compuesta por una mezcolanza entre bechamel y el queso que estaba acertadísima, los trozos de espárrago eran pequeños y todo puntas, para evitar partes duras y todo el conjunto en boca con el pan tostado lo convertía en un bocado muy muy agradable.
Las propuestas continuaron sucediéndose y lo siguiente que hizo su presencia en la mesa fue la 2ª parte del PINTXO DE COCIDO COMPLETO. La verdad, la idea es muy original: Por un lado el vasito con la crema que ya he comentado, y por otro, una especie de medio sandwich coronado por unas lágrimas de puré de garbanzos, los garbanzos propiamente dichos y en el interior de dos rebanadas de pan de molde tostado, un triturado de las carnes que se utilizan en el cocido así como de los embutidos: Ternera, Morcillo, Chorizo… todo en una cazuelita que tiene como base una salsa (indefinida) que forma las letras «come». Lo partí en dos y me lo comí muy a gusto la verdad. Es muy sabroso y lógicamente el conjunto te recuerda a un cocido lo pruebes por donde lo pruebes. Es cierto que es original y agradable, también es cierto que siendo un pintxo, el pan es un elemento casi indispensable, pero ciertamente he de decir que aquí le sobra, algo así como extrapolarlo a una cocido tradicional e imaginar comerse el mismo con dos rebanadas de pan. No se vosotr@s pero a mi no me casa esto mucho. ¿Sugerencia? Pues yo lo que haría es disminuir el grosor de los elementos que hacen de sujección y sustituiría el pan de molde por algo de la textura y grosor de unas regañás por ejemplo, o también, con harina de garbanzos probaría a hornear tejas y comprobaría si son suficientes para aguantar el relleno. Quizá también ayudaría que la presentación del mismo fuera acostada en vez de en vertical, aunque perdería impacto visual evidentemente. En fin, solo son sugerencias.
Continuamos con lo que ellos llaman un JOSELITO y claro, con ese nombre te esperas que lo que te traigan lleve jamón pero no, este pincho es un pequeño nido de pasta kataifi frito, también llamada kadaif, kanafeh o kadayif, elaborada del mismo modo que la pasta philo pero presentada en forma de finos fideos como de cabello de ángel con varios grosores, con una yema de huevo a baja temperatura como cúpula. ¿Lo resumo? Explosión en la boca de sabor y untuosidad como no podía ser de otra forma. Por mucho que los critiquen, los huevos a baja temperatura son, para mi, irremplazables en cualquier menú y el juego que dan es mucho en la cocina.
Lo siguiente que llegó fue un PINCHO DE GAMBAS CON LÁMINA DE CALABACÍN BRASEADO. Poco que decir porque su simpleza era directamente proporcional a su sabor: Arrebatador. Gambas en su punto exacto de plancha y una tira ondulada de calabacín ídem que rematados con sal gorda y unas lágrimas de AOVE consiguieron que levantáramos la vista de la mesa y se nos pusiera en la cara esa media sonrisa y rictus de placer que bocados como este te provocan.
El penúltimo plato que llegó fue una cazuelita con 2 ALBÓNDIGAS magras (por persona) y cuya peculiaridad residía en que la salsa estaba elaborada con un almendras tiernas, blancas o también conocidas como almendras de leche. La carne muy rica, jugosa y la salsa con abundantes trocitos de almendras y, yo creo, que un puntito de curry, mínimo, pero lo suficientemente perceptible. Muy ricas.
En fin, los tempos de salida entre tapa y tapa fueron muy buenos y como cada cierto tiempo venían a nuestra mesa a interesarse por como íbamos, al llegar a este punto, comentamos que con un pintxo más y un variadet de postre rematábamos ya definitivamente la faena pues esta estaba siendo muy buena e intensa. Dicho lo cual nos trajeron la última propuesta en mesa MONTADITO DE SOLOMILLO Y CREMA DE BOLETUS. En vez de pan, este pintxo contaba, de nuevo, con la pasta kataifi frita sustituyendolo. La verdad, bueno. La carne tierna, la crema de textura mas cercana al mousse con recuerdos a funghi porcini pero no excesivos. Correcto.
La experiencia fue francamente buena pero el POSTRE casi la tira por tierra (si, estoy exagerando, naturalmente). El variado de postre consistió en unos trozos de tarta industrial de fresa, unos profiteroles de bolsa semi-congelados y unas trufas ídem, todo decorado con el clásico chorrazo de nata montada. A todo esto, yo antes de ver el postre y tras ya haber dado buena cuenta del Enate, había pedido 2 copitas de vino dulce para acompañarlo, y lo que me ofrecieron fue mistela. No, no era en mistela en lo que estaba yo pensando aunque visto el resultado del postre, casi que fue lo mejor. Yo aquí lanzaría la siguiente reflexión: Si te esfuerzas, como es el caso, en ser original, ofrecer algo distinto, diferente, novedoso y de buena calidad, por Dios, no descuides el postre, porque no es que también forme parte de la experiencia gastronómica, es que además… ¡es el final de la comida y el último recuerdo gustativo que te vas a llevar!. No soy nadie para dar consejos pero si es por medios, disponibilidad o tiempos, si hacen por la mañana un brownie o un pan de calatrava casero, es algo con lo que puedes jugar, trocear y distribuir con relativa facilidad y que aseguro, va a dar un resultado infinitamente mejor que el industrial. Es una sugerencia que espero sea entendida. En cuanto al vino dulce, lo que me hubiera gustado es que hubieran tenido alguna referencia tipo Castaño, Mendoza o Cristal·li por ejemplo, pero no pudo ser. Lo que si que pudo ser fue un cafelito para mi amigo y una manzanilla con anís para mi.
En fin, el total de la cuenta para 2 personas fue de 54.40 € y como parte final no me quedo con lo del postre, porque son cosas que imagino que el día a día les hará reflexionar, y si me quedo con la parte original, el trato exquisito y amable del personal del local, las ganas por hacer bien las cosas y sobre todo, la alegría de ver que hay gente que a pesar de lo que cae, sigue abriendo negocios hosteleros con mucha ilusión y ganas, y eso, es algo que todos debemos de celebrar ;).
Publicado el 9 febrero, 2015 en BEBER Y AMAR, COMER, VISITE NUESTRO BAR. Añade a favoritos el enlace permanente. 4 comentarios.
Gracias por el comentario.Tengo que ir a esa zona dentro de poco y pasaré por ese establecimiento para degustar esas delicias.
Dentro de poco estaremos por la zona y andábamos buscando una sitio donde comer bien, iremos a degustar esas tapas de la fotos con un buen vinito…MMMMMMmmmmmm.Muchas gracias por indicarnos un buen sitio por esa zona.
Donde puedo encontrar la dieccion y el telefono? Gracias
Hola Almudena. Está (o estaba porque tenía un cartel de «se traspasa» la última vez que pasé por la puerta) en la Avda. del País Valencià de L’Alfàs del Pi, enfrente de la juguetería Don Dino. Saludos.