TERRA ATLÁNTICA en Benidorm
Publicado por Oskar García
Territorio de comidas y bebidas, con cocina de verdad y natural. Concretamente el eslogan de esta casa se define con un «,natural» es decir, «coma natural» y puedo dar fe de que eso, precisamente eso, es lo que ocurre en este fantástico sitio: la comida natural, cercana y honesta queda presente desde el primer bocado.
Menos de tres meses de vida contemplan al TERRA ATLÁNTICA en Benidorm, sin embargo, son muchos los años que el alma mater de este proyecto, el magnífico cocinero Sergio Rama y su grupo gastronómico, llevan dando bien de comer en la zona de Asturias, dando el salto en 2015 a nuevos horizontes entre los que se encontraba Benidorm.
Una decoración muy acertada con maderas, blancos, tonos verdes y un gran espacio de sala y terraza es lo primero que nos encontramos al llegar al restaurante, donde en uno de sus rincones frontales posa elegante La Cachopera, el vehículo foodtruck especializado en cachopinos y ternera guisada que el grupo empresarial tiene para mostrar su filosofía y gastronomía allá donde las carreteras les lleven y de la que pudimos disfrutar recientemente en el #StreetFoodMarketLaNucía. Nada mas entrar, en la parte derecha del establecimiento, existe una tienda con productos saludables y ecológicos que es fiel pilar de la filosofía alimenticia de este establecimiento: La comida natural. Precisamente, cuando nos sentamos y recibimos la carta, podemos ver como se hace mucho hincapié en este concepto con materias primas en cuyo proceso no se trabaje con productos químicos ni aditivos.
Para que un producto pueda ser “Bio”, debe cumplir unas normas que son controladas por el Consejo Regulador de la Agricultura Biológica. Entre estas normas se encuentran, por ejemplo, utilizar abonos biológicos, está totalmente prohibida la utilización de cualquier tipo de plaguicidas, fertilizantes sintéticos, pesticidas, herbicidas, hormonas, se deben utilizar tierras que hayan descansado no menos de cinco años, etc. Se pretende contribuir con ello a no sólo una alimentación más natural y nutritiva, sino también a una producción más acorde con el medio ambiente, menos contaminante y que respete la biodiversidad lo que hace que estos productos provengan de proveedores locales o de zonas productoras específicas.
La carta que nos encontramos dispone de doce referencias en cuanto a propuestas principales y ocho postres si contamos como postre la selección de Quesos de la España Verde que hábilmente sitúan en la carta en una especie de «tierra de nadie» pues cada vez mas existe la practica en nuestro país de, al igual que nuestros vecinos galos, terminar las comidas con queso, lo cual es muy saludable a la par que delicioso. En las referencias principales podemos encontrar desde clásicos como la fabada de la tierra, croquetas, picadillos, asados a también sus réplicas en pescado como los fritinos de merluza, el carpaccio de tomates y bonito o el bacalao gratinado con allioli. En la parte dulce tenemos esenciales como el arroz con leche, tocinillo, tarta de queso o helados.
Tras ser amablemente acomodados en la terraza y haber hecho nuestra elección en la carta hay un par de detalles que me gustaría comentar porque lo merecen: En primer lugar, tanto las servilletas como el mantel están elaborados con papel 100% reciclado, algo que ayuda a entender la filosofía comprometida que tiene el negocio y en segundo lugar , cuando pides agua esta viene en una elegante botella vintage (estilo aquellas de añejas de La Casera) y te explican que es agua de la red potable pero filtrada y osmotizada por ellos, agua que además no te cobran. Espectacular este detalle.
En lo gastronómico y antes de describir brevemente lo que comimos, comentar que en líneas generales «lo flipamos». Si, se que no es una expresión elegante y literaria pero me permite expresar muy bien la sensación que tuvimos mi pareja y yo tras la cena. Salimos mas que llenos y habiendo gozado como hacía tiempo. Fuimos 3 comensales (2 adultos + el peque de 3 añitos) y desconociendo las cantidades y «como se las gastan» en el Terra Atlántica nos decidimos por pedir 4 platos. Realmente no sabíamos donde nos estábamos metiendo 😀
Lo primero que llegó a mesa fue media ración de Patatas bien fritas en AOVE con sus salsas para mojar. Estas patatas son simple y llanamente perfectas. Seleccionas buenas patatas, las cortas en gajos verticales manteniendo la piel, las dejas macerar unas horas en un majao ligero de ajo, las fríes en aceite de oliva virgen extra y las acompañas de tres salsas muy acertadas dígase allioli, cabrales y tomate con el picante justo y necesario, las presentas en una divertida cesta y el resultado que obtienes es memorable a la par que sabrosísimo: Ricas, ricas y ricas.
Mientras, también llegó a la mesa un Pastel de Cabracho con sus tostas. Rebanadas de rico pan tostado junto a dos muy generosas porciones de pastel, que es una especie de pudin o paté que en Asturias es un clásico y es fácil verlo como aperitivo en restaurantes y sidrerías, aunque la receta original tuvo su origen en las cocinas de Arzak en los años setenta. El cabracho es un pescado de roca, de color salmón o anaranjado, cuya carne prieta y firme tiene un sabor que recuerda al marisco. Este pastel estaba especialmente rico, perfectamente untuoso y con un sabor delicioso que nos hizo repetir la ración de tostas que lo acompañaban. Buenísimo.
Tras el cabracho, llegó a la mesa el imponente Asado de Gochín deshebrado. Hablamos de un plato absolutamente contundente y sublime. Una sartén rectangular con una gran cantidad de carne de cerdo asada y desmenuzada coronada por el glaseado del asado y con una base de boletus edulis y patatas en dados con su piel. La carne se deshacía en la boca, los boletus aportaban esponjosidad y el sabor complementario perfecto, el glaseado con un punto semidulce aportaba al conjunto valor extra y las patatas ejercían de fenomenal base. Fantástico.
Parece que no pero según íbamos comiendo nos dábamos cuenta que había mucha comida en la mesa y que el festín era considerable, tanto es así, que deseosos de dejar hueco para el postre nos tocó avisar al camarero de que no nos sacara la cuarta petición de carta que habíamos hecho: El cachopo. Una pena pero sabiendo que son de un tamaño mas que considerable fue la mejor decisión que pudimos tomar. Gracias a ello pudimos disfrutar de dos postres contundentes. Por un lado una Crema Tostada con Reinetas, que consistía en una cazuela de crême brulée caramelizada al estilo de una crema catalana pero que guardaba en su interior una deliciosa sorpresa en forma de manzana asada. Un placer para los sentidos. También un todopoderoso Tocinillo de Cielo con Espuma de Arroz con Leche, que personalmente he de decir que estaba para llorar de felicidad. Si te gusta este postre te lo hubieras pasado «teta» con los 3 inmensos trozos que ponen y la concentración de azúcar y huevo de los mismos. Adicionalmente van servidos junto a una espuma de arroz con leche y caramelo que les aporta un puntito ácido, algo que al principio llama la atención en boca pero que luego acompaña muy bien cada bocado. Un postre celestial (nunca mejor dicho) 😀
En fin, una mas que grata experiencia gastronómica que se puede disfrutar por treinta y pocos euros la pareja y un niño. Cocina natural y de la que merece mucho la pena, felicidades 😉
Restaurante Terra Atlántica Benidorm
Avda. Emilio Ortuño (Nada mas pasar el puente, a mano izquierda).
Google Maps (Street View)
Publicado el 19 octubre, 2015 en COMER, BEBER Y AMAR, VISITE NUESTRO BAR. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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