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El mejor de los reconocimientos | Celebración Callosa A Taula 2014
El mejor de los reconocimientos no fue recibir una cálida bienvenida, no. El mejor de los reconocimientos no fue estar acompañado de la mejor familia que uno podría tener en mil vidas, ni tampoco sentir el calor de la numerosa gente que quiso acompañarnos en ese día tan especial, ese 6 de junio de 2014. El mejor de los reconocimientos tampoco fue disfrutar de un espectacular menú que se hizo con todo el cariño y profesionalidad del mundo basado en la gastronomía del níspero, esa gastronomía que amo y que defenderé hasta que me muera porque es origen y sentido del pueblo donde vivo, no. El mejor de los reconocimientos no fue escuchar las palabras de elogio del que fue mi alcalde entre el 2007 y 2011 ni del Director General de Turismo de la Generalitat Valenciana reconociendo méritos, dedicación y trabajos realizados, no. El mejor de los reconocimientos tampoco fue recibir el premio Callosa A Taula a una trayectoria pública dedicada a defender el patrimonio de la zona donde tengo la enorme fortuna de vivir, no.
El mejor de los reconocimientos lo sostengo en brazos y se llama Leo García Galiana. Si, por supuesto, es amor de padre, no lo dudéis por un instante, pero no me negaréis que es maravilloso poder participar de un evento de estas características y que tu hijo esté junto a ti. Yo no lo sabía o quizás no lo quería saber, pero Leo le dio sentido a mi vida, a nuestra vida. Por eso, este padre orgulloso, prefirió subir a parlamentar a los presentes con ‘Leo’ antes de cualquier premio en sí. Ahora ya sabéis porqué y estoy seguro que lo entendéis.
Por lo demás, la comida fue sensacional, un espectáculo de fusión y todo un homenaje al verdadero protagonista: El Níspero de Callosa d’en Sarrià. Os dejo fotos con el menú y los platos que pudimos degustar, destacando especialmente el detallazo que tuvo Casa Marcos y su chef, María Victoria Botella, de volver a cocinar de nuevo aquel memorable arroz de níspero y carabinero que a muchos nos hizo llorar de emoción allá por el 2008 y que sirvió de pistoletazo a algo que nos dio por llamar: Mostra de Cuina del Nyespro, y en este caso, como un bonito colofón a un menú extraordinario que guardaré siempre en mi corazón por tantas y tantas razones. Un GRACIAS enorme.
Salsa Blanca o aliño para la ensalada china
Esto es algo que os debía desde hace tiempo y es que, sois muchos los que me habéis preguntado si sabía como hacer la famosa y adictiva salsa blanca de la ensalada china que sirven en los restaurantes chinos. La respuesta es que sí, si que se hacerla pero no fue misión fácil pues me costó bastante tiempo poder encontrar algo de información sobre el tema y hacer las correspondientes pruebas para que quedara a mi gusto. Por otra parte, el secretismo de los restaurantes chinos sobre el tema es total, y lo que a priori podría parecer la típica leyenda urbana de ‘no le relevan el secreto a nadie’ al final casi parecía verdad. También es cierto y de justicia decir que en los ‘chinos chinos’ o restaurantes de comida ‘auténtica china’ esta salsa no la han visto ni la verán en la vida.
En fin, para poder realizar esta apetitosa salsa y poder aliñar todas las ensaladas y platos que queráis, solo necesitaréis 6 ingredientes básicos (uno de ellos algo difícil de localizar pero bastante necesario):
Ingredientes
- 90 grs de vinagre de arroz
- 100 grs de azúcar
- 25 grs de aceite de girasol
- Una cucharadita y 1/2 de glutamato monosódico o ajinomoto (en polvo o en cristal)
- Una cucharadita de sal
- 1 gotita de aceite de sésamo.
Elaboración
Antes de que lo preguntéis, el glutamato o ajinomoto es un potenciador de sabor que cuando esta en polvo tiene el aspecto del azúcar glass y cuando se vende cristalizado se parece a la sal. Este ingrediente, al igual que el aceite de sésamo, los encontrareis fácilmente en cualquier tienda o super, pero eso sí, de productos orientales (cada vez mas abundantes). Pondremos en un vaso de batir el vinagre de arroz, el azúcar, el aceite de girasol, el ajinomoto, la sal y la gotita de aceite de sésamo que le dará un aroma espectacular. El único secreto para que la salsa salga perfecta es que batamos de forma constante a velocidad media como mínimo durante 5 minutos y sin mover el brazo de la batidora. La salsa se terminará poniendo blanca y cogiendo densidad.
Como lleva aceite, si la dejáis reposar en nevera lo normal será que a las horas os la encontréis a medio emulsionar. Cuando esto ocurra, lo único que tenéis que hacer es volver a batir o agitar el bote donde la hayáis guardado durante un buen rato y ya está.
¡A disfrutar se ha dicho, buen provecho! 😉









