Archivo de la categoría: ELSUMILLER.COM
Thermomix o el Internet de las Cosas | Elsumiller.com enero 2016

Imagino que les resultará cuando menos curioso que un tipo que, por distintas y variopintas circunstancias, no posee ese fantástico robot de cocina llamado Thermomix, titule un artículo de esta guisa, sin embargo todo tiene un porqué (Por cierto, robot o mejor dicho, “robota” es una palabra checa que significa literalmente trabajo o labor). Si el mes pasado hablábamos de cómo un cocinero llamado Internet venía a solucionarte tus problemas culinarios, en este ocasión, le vamos a dar una vuelta de tuerca a aquella exposición y vamos a hacernos partícipes a través de de este colosal electrodoméstico de un concepto muy en boca de todo aquel que tenga una mínima relación con los medios digitales: El Internet de las Cosas.
Vamos por partes. Curiosamente, si hay algo que el nuevo modelo de Thermomix TM5 no tiene, es la posibilidad de conectarse a Internet… ¿Entonces? Quietos. Para explicar cómo se puede revolucionar un entorno tradicional y multiplicar las posibilidades del mismo nos sigue sirviendo como ejemplo. Las posibilidades se han extendido a elementos como un planificador semanal o apps para las listas de la compra en tu móvil, tablet y ordenador. Básicamente el objetivo es conseguir un apoyo extra para encontrar ideas sobre qué cocinar, crear tu lista de necesidades, estar organizad@ y básicamente, preparar tus recetas revisando tu lista desde tu móvil, ordenando por grupos de ingredientes y tachando los artículos a medida que los vas comprando. ¿Bien, no?. Pues se añade a todo esto dos nuevos elementos, por un lado los llamados “Libros Digitales” que son unos dispositivos en forma de disco que activan las recetas online para tenerlas todas en un mismo lugar para navegar, planificar y comprar. Como las recetas están guardadas en la máquina solo tienes que seguir las instrucciones que se acompañan de pasos visuales. En segundo lugar, también se dispone de una plataforma oficial online de recetas donde se pueden comprar más libros digitales con nuevas propuestas a modo app store.
Creo que con estos precedentes ya se empieza a vislumbrar el otro concepto que buscamos… ¿Se imaginan un frigorífico que les avise de la fecha de caducidad de los alimentos que contiene y también de que se están acabando los yogures? ¿O que nos calcule la cantidad de Kcalorias que tienen los alimentos que extraemos y nos de una estadística de los productos que mas gastamos y los comparta en Facebook? ¿Se imaginan que además nos hace telemáticamente el pedido al supermercado de confianza y lo abona vía pasarelas de pago securizadas? Bien, pues no se lo imagine, porque ya es una realidad. El Internet de las Cosas es un concepto que nació en el MIT de Massachusetts. Se trata una revolución en las relaciones entre los objetos y las personas, incluso entre los objetos que se conectaran entre ellos y con la Red de Redes y ofrecen datos en tiempo real. Este concepto nos llevaría a otro mas actual incluso y en buena parte consecuencia del primero al que se denomina comúnmente Big Data y que vendría a ser algo así como la acumulación de grandes cantidades de datos y a los procedimientos usados para encontrar patrones repetitivos dentro de esos datos a gran escala generados de forma automática y que merecería un artículo a parte por todo su potencial y connotaciones, también y como no, en el campo de la hostelería.
Deseando que los Reyes Magos sean generosos con tod@s aquell@s que lo merezcan, me despido con una cita que resume muy bien el espíritu de este artículo: «Si una persona se conecta a la red, le cambia la vida. Pero si todas las cosas y objetos se conectan, es el mundo el que cambia.».
Puedes leer esta publicación en su formato original pulsando AQUÍ (pag. 42).

Para cocinar como la abuela, conéctese a Internet. | Elsumiller.com diciembre 2015

Todos guardamos bonitos recuerdos gastronómicos: Que mejor escena para rememorar la infancia o los periodos vacacionales que la de nuestra abuela cocinando en su casa. Platos de siempre, cálidas elaboraciones para alimentar a la familia y en definitiva, sabiduría con forma de tradición y un cariñoso buen hacer. Recetas que perduraran en nuestra memoria gustativa. Era una cocina extraordinaria; o al menos así nos lo parecía siempre a los que teníamos la suerte de disfrutarla. Hoy en día se come igual de bien en algunas —quizá pocas— casas particulares y hay quien sigue pensando que hace años se comía mejor, en líneas generales. Se puede tener la percepción, seguramente errónea, de que es posible que la cocina de ahora, con sus éxitos y fracasos, quede muy difuminada entre las paredes del hogar. En general, todas las formas de la cocina de nuestros abuelos o padres poco se corresponden con la manera de pensar y de ejercer del mundo actual, y de esta forma todo parece distinto, sufriendo un desgaste progresivo que termina haciendo mella en el romanticismo en sí de los platos.
Frente a esto aparece en escena un cocinero llamado Internet, que, si nunca has sentido pasión por la cocina ni te has molestado por interesarte por el arte culinario, recetas o técnicas de elaboración, viene a solucionarte los problemas. Solía pasar que con el transcurrir del tiempo te dabas cuenta que, o le habías preguntado a la abuela cuales eran los ingredientes del aquel plato de antaño y como se preparaba o, directamente, se perdía en el infinito olvido. Ya no. Nunca más. Si en algunos casos, las recetas se pasaban de generación en generación, de madres a hijas, y así sucesivamente, ahora según indican los estudios especializados, el 89% de recetas de cocina son buscadas en Internet. No es de extrañar. Si algo nos puede dar una idea de la sensación de comunidad y pertenencia con la que funciona la red de redes son estadísticas como las que muestran herramientas como Google Trends que analizan las tendencias de uso de distintos vocablos a la hora de buscar información, como el ejemplo que utilizamos con la palabra “Cocinar” y que revela el imparable crecimiento de las búsquedas relacionadas con el mismo en España. En definitiva, la presencia de las recetas de cocina y los contenidos gastronómicos en Internet ha terminado por darle un giro importante a la disciplina culinaria.
La búsqueda de una receta de cocina en Internet va mas allá: De alguna forma y tal como opinan los expertos, se ha generado una acción automática de modo que al pensar en algún plato concreto o en algún elemento tipo la masa de pizza o un cous cous, instintivamente ya no acudes al libro o a los apuntes, sino que directamente acudes a Google a pedirle instrucciones y este, al igual que el abismo, nos devuelve en vez de la mirada diversos resultados y modos de afrontar dichas elaboraciones como por ejemplo imágenes que definen todo el proceso de cómo se va preparando el plato o vídeos explicativos. Hace tiempo nadie hubiera imaginado que tendríamos canales sociales de total especialización en la elaboración casera de platos o de consejos y trucos de cocina, ni que las grandes marcas de alimentación tendrían sus propias plataformas online donde aconsejarnos como utilizar de forma práctica sus productos, ni blogs ni blogueros que centrarían su actividad en compartir un flujo constante de distintas elaboraciones, ni grandes portales web dedicados a las recetas y gastronomía ni foros donde debatir sobre recetas y técnicas ni tampoco canales donde poder equilibrar y conocer los componentes y propiedades de las elaboraciones, dígase Kilocalorias, proteínas o carbohidratos para poder extrapolarlos a controles exhaustivos de peso y en definitiva, para enlazarlos con la salud y el cuidado alimenticio.
Un amigo mío dice que “quien no cocina hoy en día es porque no quiere” y si lo piensan por un momento, es posible que le den la razón. Felices fiestas y que el 2016 venga cargado de gastronomía y alimentos, principalmente para todos aquell@s que más los necesitan.
Puedes leer esta publicación en su formato original pulsando AQUÍ (pag. 55).

Internet + Comida = Socializar | Elsumiller.com noviembre 2015
Recientemente El Periódico de Cataluña nos hacía partícipes de un artículo que me gustaría compartir con Uds. donde varios expertos en nutrición, salud, comunicación alimentaria y antropología de la alimentación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) que han estado estudiando sobre la relación entre la gastronomía e internet + las redes sociales mostraban algunas de sus conclusiones y la verdad son muy interesantes. Estamos cansados de decir que las cosas han cambiado y en los últimos tiempos de tal manera, que, actualmente, la comida es uno de los temas más recurrentes en el mundo digital. De hecho, la etiqueta #food (Comida) tiene más de 150 millones de publicaciones en Instagram, la red de fotografía móvil, seguida de cerca por #foodporn o #foodie. Esto es ni mas ni menos uno de los saludables “daños colaterales” que consigues cuando fomentas y facilitas la democratización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), empezando a revolucionar al mismo tiempo el hasta hace bien poco anquilosado mundo gastronómico (no me refiero al trabajo de innovación en la cocina o sala donde con el paso de los años se ha ido evolucionando, mi adjetivo va encaminado a la actitud de los hosteleros en la relación con los clientes y de difusión de sus establecimientos que la mayor parte de veces se ha quedado anclada en viejas prácticas) donde los ‘foodies’ (un término inglés informal para una clase particular de aficionados a la comida y a la bebida) nos hemos convertido en ‘groupies’ (fans) de los cocineros, restaurantes, países, alimentos o técnicas de elaboración moda. ¿Fiebre gastronómica & digital? Absoluta.
Según el estudio, los fieles de la cocina y la tecnología somos capaces de soportar largas listas de espera y horas de cola para comer en nuestros restaurantes favoritos, desplazarnos muchísimos kilómetros o interesarnos vía cursos, talleres, ponencias, congresos, etc… en descubrir nuevos sabores, tendencias, técnicas y productos. Y por supuesto, todo eso y mucho mas retransmitido online en los distintos canales sociales en lo que el artículo denomina “poder exhibir su fanatismo gastronómico” pero que yo denomino (no es la primera vez que utilizo estos términos como “ego o exhibicionismo digital” ya que bajo mi punto de vista, lo que el usuario termina muchas veces termina haciendo es pavonearse y generar envidia al resto de usuarios sociales sobre sus actividades de ocio y la gastronómica es igualmente una faceta lúdica.
Hoy en día socializar gastronómicamente está al alcance de cualquiera que disponga de un dispositivo electrónico y conexión a internet. Con internet se ha multiplicado la posibilidad de compartir opiniones sobre experiencias gastronómicas por parte de cualquier comensal, recetas, ingredientes, elaboraciones, artículos, reflexiones, etc… si bien el mismo estudio incide en que es importante hacer una distinción entre aquellos que comunican de forma informal o no profesional sus experiencias y aquellos comunicadores que están especializados en alguna materia concreta, cuentan con formación y cuyas opiniones pueden sentar base para el tratamiento de cualquier cuestión relacionada con la gastronomía. Según sus conclusiones, el ‘foodie’ es aficionado. Le gusta comer y compartir sus experiencias en la red, a diferencia del comunicador, que es un profesional con formación especializada. El ‘foodie’ difunde información, mientras que el experto en comunicación alimentaria la utiliza de forma estratégica para comunicar más y mejor, edita, integra contenidos textuales, audiovisuales y multimedia. El comunicador alimentario diseña experiencias gastronómicas haciendo servir todos los recursos de la red, el neuromarketing (El neuromarketing consiste en la aplicación de técnicas pertenecientes a las neurociencia al ámbito del marketing, estudiando los efectos que la publicidad y otras acciones de comunicación que tiene en el cerebro humano con la intención de poder llegar a predecir la conducta del consumidor) o el ‘storytelling’ (el acto de transmitir relatos valiéndose del uso de palabras y/o imágenes y/o sonidos, utilizando distintos adornos estilísticos y planificación). La conclusión final del artículo sería que los expertos también consideran que «los verdaderos profesionales tienen que diferenciarse con una comunicación de calidad que influirá en las prácticas alimentarias de las personas», intentando huir de «modas. Buenas reflexiones para un mes de noviembre 😉
Puedes leer esta publicación en su formato original pulsando AQUÍ (pag. 47).

The Keyboard Waffle Iron by Chris Dimino






