Archivo del sitio

Gema Penalva RestOBar en Alicante

Barra y parte del salón del RestObar

¿Que hecho yo para merecer esto? Fue lo primero que pensé al salir de comer recientemente del RestOBar de Gema Penalva. No era casualidad, había sido una comida sensacional y además, con una compañía extraordinaria y ‘revolucionaria’ vitivinícolamente hablando, así que ese mediodía desde luego no podía pedir nada mas ya que me había encontrado con la felicidad en una esquinita de la Plaza Balmis de Alicante. Llegamos al local de Gema sobre las 13:45h y nada mas llegar, nos recibieron con una sonrisa. Es un local que desprende sencillez y sobre todo mucha calidez, como la que desprende Gema Penalva a la que fui a saludar a la zona de cocina ya que tuve la fortuna de poder contar con ella allá por el 2010 participar en una de las Mostras de Cuina del Nyespro (Níspero) de Callosa d’en Sarrià donde nos hizo gozar con su Bacalao con salsa de nísperos, que aún recuerdo perfectamente como una revolución de sabores y una propuesta acertadísima. Gema es cercana, detallista, cariñosa, humilde, trabajadora y todo eso se traduce en sus platos, que todos y cada uno de ellos tienen una personalidad propia pero conservan la originalidad y la esencia con la que Gema y su equipo (porque menudo es el equipazo del que se ha sabido rodear) los impregnan. Hablando de equipo, sorpresa agradabilísima el encontrar en la cocina a Jose Luis Bernabéu, otro alumno aventajado de los fogones alicantinos al que conocí también vía níspero, pero en este caso, mientras trabajaba con el gran Pedrito Gras en el ya decapitado Belvedere de Benidorm. Con semejante plantel, la cosa prometía mucho y desde luego, todas las expectativas (y mas) se cumplieron.

Entrada, Cocina, Brochetas de pollo y Coca pastor con anchoa

Los cuatro protagonistas de esta historia, ya sentados en una mesa rectangular a nuestra elección, comenzamos el festín solicitando la carta de vinos porque como he insinuado antes, el motivo de la comida era trabajar en una excelente iniciativa: Wine Revolution, un evento que se celebrará periódicamente y que unirá la mejor música con vinos referentes en los lugares mas sorprendentes. ¿Suena bien verdad?. En el momento de la elección del vino entró en escena Javi, el agradable y profesional somelier de la casa que nos atendió divinamente y nos realizó alguna sugerencia si bien mis compañeros de mesa prefirieron hacer alguna prueba y decantarse en este primer envite por la intuición, la cual dio paso a la primera elección: Un cava valenciano llamado ‘Na Sol de Rechena‘ y un blanco de varietales de Somontano llamado ‘Glárima‘. Ambos eran novedad para los que allí estábamos sentados pero lamentablemente, todos constatamos tras los primeros quites que ni el cava ni el blanco iban mas allá de unos vinos correctos, algo planos y que transmitían poca emoción, lo cual no fue óbice para que ambas botellas se bebieran por su puesto, faltaría mas.

Uno de los anfitriones había hablado previamente con Gema y le había pedido que el menú fuera a su criterio, liberándonos de la tarea de elegir y si permitiéndonos la sorpresa ante la llegada de cada nuevo plato. Fue por cierto un detalle tremendo y que me gustó mucho que antes de empezar el desfile de platos, uno de los integrantes del personal de sala, nos preguntara si existía alguna incompatibilidad o intolerancia con alimentos concretos para que la cocina lo tuviera en cuenta. Simplemente chapêau!. Lo primero que llegó a la mesa fueron unas aceitunitas aliñadas y acto seguido 4 brochetas de pollo rebozado en almendra y salsa de mostaza y miel. Me resulta casi imposible hablar sin ruborizarme de las excelencias que una simple brocheta le puede llegar a transmitir a uno, pero en ellas se percibía mucho cariño y trabajo. Nada secas, jugosas, el rebozado de un grosor acertado, sin atisbo de aceite y un contraste crocante y muy sutil cuando tomaba protagonismo algún trocito de almendra. Esta sensación se multiplicaba exponencialmente cuando el trozo a ingerir era sumergido en la salsa de miel y mostaza, y precisamente, una de las anécdotas de la jornada vino cuando intenté saciar mi curiosidad respecto a los ingredientes de dicha salsa ya que dejaba un agradable y pasajero picor nasal clónico al que produce el wasabi (pasta de rábano picante japonés) y al preguntarle a la persona que nos retiró los platos… “Hola, ¿Podrías preguntarle a Gema si la salsa de las brochetas lleva…?” …no me dejó acabar “¿Wasabi?”  Y sonrió. “Todo el mundo nos lo pregunta, pero no, no lleva”…y yo hubiera jurado que sí. Tras la comida Gema me comentó que el secreto de su salsa es simplemente utilizar una buena miel y una buena mostaza de Dijón, nada más (ni nada menos). Deliciosa como muchos ya sabéis.

Tras las brochetas hicieron presencia en la mesa dos fabulosas cocas de pastor con aspencat, anchoa doble cero cantábrica y uva: La advertencia del camarero fue clara “la uva no está de decoración” y así era pues el objetivo de sabor de esta creación se conseguía mediante el conjunto de todos los elementos en boca y era realmente fantástico. Nada desentonaba y todo estaba muy bien equilibrado. Desde la mágica textura de la coca de pastor, hasta un finísimo aspencat con un micropunto de dulzor que se amplificaba con el medio grano de uva y que hacía de perfecto contrapunto a la adictiva carnosidad salina de la anchoa. Realmente una propuesta muy buena y original.

Hogaza braseada, Croquetas de jamón y marisco y Ensalada con queso de cabra y níspero

Terminada la coca fuimos acompañados en mesa por media hogaza rústica tostada semicortada en cuatro trozos y su alioli y tomate con aceite como clásico y bien hallado socio gastronómico. Siempre escribo sobre lo panero que soy y cuando encuentro un pan de estas características lo disfruto especialmente y no necesito ni del alioli, con tan solo un hilo de un buen aceite me es mas que suficiente, y hablando de buenos aceites, al solicitar uno para poder ‘mojar’ el pan, nada mas y nada menos que tuvieron a bien ponernos en mesa una de las preciosistas botellas de Señoríos de Relleu Coupage Intenso que si alguien todavía no lo sabe, ha recibido multitud de menciones, premios y medallas como uno de los mejores aceites no solo de España, sino del mundo… ¡Menudo aliño!. No me negaréis que detalles así son los que consiguen que te enamores de un sitio y seas arrebatadoramente conquistado. 

Como que tanto el pan y el aceite también necesitan de buen vino y nosotros ya estábamos carentes, solicitamos, esta vez bajo petición directa de uno de los comensales una botella de Honoro Vera, el vino que se ha hecho famoso por ser el que se sirvió en la cena de los Oscar 2013 y que tiene una calidad/precio francamente buena y que, a la postre, resultó la mejor elección y propuesta de la jornada. Un vino de garnacha muy a tener en cuenta y con DO Calatayud. Brindando nos encontrábamos cuando irrumpieron dos propuestas de croquetas llamativas, apetitosas y originales: Ambas rebozadas en panko (pan rallado estilo japonés) una propuesta era con jamón ibérico y salsa de pimientos del piquillo y la otra era de marisco, tinta de calamar y mahonesa. Francamente, no se cual de las dos estaba mas rica y he de decir que en este punto me vino inevitablemente a la cabeza mi querida amiga Conchi López que es toda una gourmet de este plato tan nuestro pero que admite tanta variedad. El rebozado estaba muy logrado y resultaba hiperligero. El sabor a jamón muy presente en unas así como el marino en las otras y las salsas acompañantes ejercían de eficaz hilo conductor, así que otro acierto mas, otro plato que volvía de vacío y nueva ola reverencial al equipo de cocina que nos lo estaba bordando y haciéndonoslo pasar de escándalo.

Otro clásico de la cocina del RestOBar son las patatas de río con salsa de alioli y brava y nuevo detalle del camarero de advertirnos que la salsa brava era algo engañosa ya que parecía que no picaba pero que si lo hacía. Estas patatas resultan muy sabrosas y están realmente buenas. Probé la salsa picante y efectivamente, tenía ‘trampa’ si bien a mí esto me encanta porque me gusta mucho el picante moderado y tolerable, y este francamente lo estaba. Lo mejor era combinar ambas salsas con las patatas y experimentar con ese sabor tan básico de nuestros aperitivos y tapeo. Patatas muy bien hechas, duritas pero no crudas y perfectas de sal. Hacía falta en mesa un obligado desengrasante y este llegó en el momento idóneo en forma de una refrescante ensalada de lechugas gourmet, queso de cabra al grill, dátiles y ¡tachán Nísperos! (Gracias Gema) Bonito detalle el de la cocinera de incluir níspero callosino en plena temporada en esta ensalada que tan bien conjuntada está. Fantástico el aliño y al igual que pasaba con la coca de pastor, el fundir todos los elementos en la boca nos aportó la necesaria pausa fresca, dulce y semiácida que rompía la tónica del menú y que nos preparaba para todo lo que quedaba por llegar, que aunque no lo sabíamos, era el pináculo de un orgía gastronómica.

Para encarar esta recta final volvimos a solicitar la carta de vinos y animados por las buenas referencias que nos habían llegado, pedimos un tinto crianza Faelo pero por desgracia, la experiencia resultó ‘rana’ y esto me fastidia especialmente ya que se trata de un vino de la tierra, un vino alicantino reconocido. Nada mas catarlo las primeras impresiones se tornaron en evidencias: El vino, a pesar de haber mojado el corcho correctísimamente, estaba extrañamente envejecido, parco de sabor, sin fuerza, sin cuerpo, sin gracia, vamos, que parecía que hacía tiempo que se había ido. Para salir de dudas, reclamamos la presencia de Javi el somelier que coincidió en nuestro criterio y que además, muy amablemente nos retiró la botella y nos ofreció en la misma línea del vino pedido, una referencia conocida por él nuevamente del Somontano, en este caso un Lazán del 2013. Otro detalle de esos que no se me escapan y que también me gustó fue que tras retirarnos la botella ‘afectada’, la dejó en una mesa aparte para poner analizarla posteriormente y poder comentarle al proveedor o bodeguero las anomalías detectadas. Como digo, un detallazo que demuestra que en esta casa se preocupan tanto del cliente como del producto que ofrecen. Este vino sí que se correspondió con lo esperado y causó una correcta impresión, pero tampoco emocionó. Aquí he de hacer una puntualización y es que igual puede parecer que necesariamente los vinos nos tienen que provocar una hemorragia de placer y una fiesta de los sentidos y ya sabéis que no es ni mucho menos eso. Cuando digo que “no me emocionó” me estoy refiriendo a que no provocó ningún estímulo adicional que destacara sobremanera para tenerlo como referente o repetir. Llegados a este punto, si mi amiga Emi López está leyendo esto, seguramente me pegue un rapapolvos por no apreciar (o no saber apreciar) los vinos del Somontano, pero es lo que hay y sinceridad ante todo, siempre.

Patatas bravas de rio, Carpaccio de gamba y setas, Salteados de habitas con pulpo y jarrete con puré trufado

Pero esto todavía no había terminado y nos enfrentábamos a una recta final envidiable: Dos ‘mares y montañas’, algo que siempre me recuerda a las virtudes de nuestra provincia alicantina y una novedad en la casa que el equipo de Gema tuvo a bien estrenar con nosotros. Primero llegó a la mesa una patita de pulpo con su salteado de habitas baby y pimentón. Tremendo. Absoluto. La textura y calidad del pulpo era magnífica, apabullante, con unos trozos convertidos en bocados generosos y que en la boca te teletransportaban al puerto, a la brisa marina y al olor de las redes que los pescadores dejan en tierra para reparar. Sublime. Las habitas son el acompañamiento perfecto: Frescas, perfectas en su cocción y con un salteado ligero de pimentón que les permite mantener su personalidad en todo momento. Fue un grandísimo matrimonio, pero no menos que el siguiente que nos fue presentado, un carpaccio de gambas con setas y salsa de erizos… ¡Menudo espectáculo! Imaginad que estamos hablando de unos ingredientes que por si solos siempre destacan y logran el triunfo de un plato, pues ahora pensad que ocurre cuando estos coinciden en una misma elaboración. El resultado es sensacional. Un plato delicado para disfrutar lentamente y a cada bocado, casi podría recordar cada uno de los matices pero me quedo con la agradable sensación de sentir la levedad del crujido de un copo de sal maldon mientras se fundía con el resto de ingredientes en mi boca. Algunos platos se definen solos y este no necesita de ninguna literatura y sí de ávidos y voraces comensales que quieran dar rienda suelta a sus jugos gástricos con composiciones ‘gastroartísticas’ como esta. 

El sumun o cúlmen de esta comida llegó con un plato como he comentado antes, novedad en la casa y que tuviemos el privilegio de estrenar: Jarrete de ternera acompañado con un puré de patata trufada y tomillo. Es la primera vez que el equipo de Gema lo presentaba en sala y, desde luego, los que tuvimos la suerte de poder probarlo en primicia le auguramos un futuro prometedor. Carne de textura melosa pero no empalagosa que se deshacía, una reducción acertadísima con un punto dulce, equilibrio perfecto del tomillo que no saturaba y un riquísimo puré trufado que ejercía de nexo en cada bocado. Un acierto, otro más. Tras semejante festín y viendo las horas que eran y los compromisos a los que ya llegábamos tarde, el capítulo postres fue sustituido por una tablita de quesos semi y curados que ayudaron a que nos termináramos la botella de tinto Lazán y pusieron el colofón a una comida absolutamente brillante y memorable. Agradecer mucho a Noel su invitación, que además nos sirve de excusa para volver a reunirnos y seguir ‘profundizando’ en esos caldos que como decía Baltasar Gracián «…ese néctar divino, al que algunos llaman vino, porque nos vino del cielo» 🙂

¿Que había hecho yo para merecer esto? Es lo que me preguntaba al principio. Pero… ¿Que había hecho Gema para merecer esto? Pues básicamente hacer lo que mejor sabe: Trabajar, ponerle pasión a todo lo que hace y mimar el producto de nuestra tierra y todo aquel que tiene la fortuna de recaer en su cocina donde ella y su equipo los consiguen elevar al cielo gastronómico con gusto, buen hacer, criterio y sensatez. La cocina alicantina necesita de muchas Gemas, Jose Luises y equipos tan bien avenidos como el que ellos representan. Mi absoluta enhorabuena Gema por creer en lo que haces y defenderlo de forma tan humilde y honesta. 

Vinos y Quesos

XIII Encuentro Gastronómico Restaurante Alfonso Mira de Aspe

Detalle salones

He de decir que fue un auténtico placer poder formar parte del XIII Encuentro Gastronómico del Restaurante Alfonso Mira de Aspe en su jornada del sábado 8 de marzo. No hacen falta muchas excusas para acercarse a disfrutar de este evento y gozar de las manos de todos cocineros y amigos que Alfonso es capaz de congregar, y en mi caso, la excusa para acercarme este año fue la amable invitación que desde la organización me hicieron para participar en una nueva actividad que se incorporaba en las jornadas: Las sobremesas, unas mesas redondas para hablar abiertamente y tratar temas tan variopintos como el de la Comunicación como forma de Excelencia en la Gastronomía. Por si esto era poco, además contaba con el aliciente de estar acompañado por mis amigos Antonio Llorens, Félix Cardona y por la omnipresente y GastroRubia Garbancita, así que la jornada prometía emociones.

Encuentros gastronomicos AM

Llegamos sobre las 13:45h al Restaurante y enseguida recibimos las amables atenciones de Ana Pérez, la relaciones públicas del Restaurante y perfecta anfitriona. Mientras llegaba toda la gente (unos 170 comensales) la jornada comenzó en los exteriores de los salones con un espectacular showcooking  a cargo de Alfonso Mira en forma de Arroz con Conejo y Caracoles. Aquí llego mi primera sorpresa ya que observé cómo se le incorporaba garbanzos y tiras de pimiento morrón a este arroz, cosa que yo no asociaba en absoluto. Claro, yo este arroz lo he comido en El Pinòs y no lo lleva. ¿El resultado? Pues correcto para ser un arroz para 30 raciones completas y que se sirvió a modo de aperitivo junto a otras pequeñas ambrosías y bocaditos.

Arroz con conejos y caracoles al sarmiento

Aproximadamente sobre las 15:00h pasamos a los salones y un cuarto de hora después, se nos presentó la jornada por parte de Teo Mira, el jefe de sala y subieron al escenario los 3 cocineros que protagonizarían el menú para que explicaran sus respectivas creaciones. Así pues, se dio paso a Alfonso Mira, Joaquín Baeza Rufete y el repostero Rubén Álvarez, que nos dieron pinceladas del excelente menú que nos esperaba, y cuyo coste estaba valorado en 37€, que incluía el aperitivo y refrescos inicial, menú de 6 platos, un prepostre, un postre y maridaje de vinos correspondiente con cafés y digestivos. Un precio barato para todo lo que se vivió allí.

Alfonso Mira, Joaquín Baeza, Rubén Álvarez

Tras los cocineros, subió al escenario el sumiller David Doñate que nos habló de las peculiaridades de los vinos que íbamos a tomar, una selección que consistió en: Un Blanco Tarima con macabeo y moscatel, un Blanco espumoso de Dominio de la Vega, un Tinto crianza Tarima Hill con monastrell y para los postres, un Blanco dulce Casta Furtiva Lágrima de moscatel. Quedaba pues clara la apuesta por los caldos alicantinos, de lo cual me alegro muchísimo, pues como muchas veces comento, nos podemos dejar los complejos en casa cuando hablamos del vino de Alicante.

Vinos y detalles en mesa

El inicio de la comida se fue a las 15:40h, si bien hay que decir que una vez iniciada esta los tempos fueron perfectos. Por fin empezaron a desfilar los platos y el primero fue una  alcachofa al natural de Baeza Rufete con jamón vegetal, que eran hongos liofilizados que le aportaban los matices de sabor salado a la alcachofa. Un buen entrante al que como ‘pero’ le podríamos poner que estaba servido en un plato tan chulo que dificultaba un poco el uso del cuchillo y tenedor, pero por lo demás, muy rico.

Alcachofa con jamón vegetal

Continuamos con una de las sensaciones de la jornada y que a todos nos pareció una creación soberbia: Un carpaccio de Alfonso Mira de manitas de cerdo con gamba de Santa Pola, praliné de piñones y aceite de boletus, sencillamente espectacular. Nos explicaron que las manitas se deshuesaban, se rellenaban con la gamba, se confitaban al vacio y se cortaba en finísimas lonchas que se acompañaba de piñones y del aceite de boletus. Las sensaciones en boca eran brutales y el sabor que dejaba el conjunto era único. Un plato que si no lo está, merece que se incorpore fijo en una carta.

Carpaccio de manitas y gamba de Santa Pola

Le siguió otro plato de Alfonso, una vieira asada con yema y su crema de patata y trufa. Un plato resultón y de sabor impecable en el que la crema era incorporada al plato una vez este había sido servido al comensal. La vieira con un punto de tueste reseñable y un agradable sabor tostado.

Vieira con yema

Continuamos con una creación de Joaquín Baeza con rollo trampantojo: Roca negra de bacalao con alioli de azafrán. Se nos recomendaba por parte del personal asistente en mesa que nos la comiéramos con la mano y experimentáramos las texturas. Y eso fue lo que hicimos y lo que encontramos fue que aquello que parecía una piedra de origen volcánico, era realmente un blandito buñuelo relleno de brandada de bacalao y patata. Rico de sabor, temperatura idónea y en definitiva, un experimento sabroso y divertido.

Roca negra de bacalao

El plato que continuó pertenecía al porfolio de Alfonso Mira y fue un arroz meloso de verduras y lechola, que estaba procesada con clara de huevo y cocida en el propio caldo del arroz, lo que le daba un aspecto cercano a las clásicas croquetas alicantinas de bacalao y también recordaba, con sus diferencias claro, al sabor de esta debido al perejil, riquísima y muy jugosa.  El arroz tenía un punto perfecto, yo quizás lo noté un pelín corto de sal, pero entiendo que esto es mas una virtud que un defecto, porque si te pasas no hay remedio. Mis compañeros de mesa lo encontraron correctísimo de sabor no obstante.

Arroz con verduras y lechola

El último plato antes de dar paso al dulce fue de Baeza Rufete y consistió en costilla de Teruel deshuesada que había estado cocinándose 24h a 72º con un arnadí (calabaza y boniato asado) y  un crujiente de pimienta de Sechuan, todo ello salseado con una melaza dulce. Otro plato sensacional que a mi juicio, de lo único que pecaba era de un poco de exceso de dulzor, pero el contraste de la costilla, el arnadí, el crujiente de pimienta y la salsa en boca era un placer. Algunos compañeros de mesa notaron la costilla algo seca, pero a mi no me lo pareció. Un gran conjunto con un aspecto magnífico y que sirvió de excelente preámbulo al prepostre.

Costilla de Teruel a 72º

Con los postres llegó la revolución y es que personalmente no conocía a Rubén Álvarez, del proyecto 33/35 para helados y chocolates de Novelda, pero si sigue haciendo cosas como la de este menú, difícilmente lo podré olvidar. Es un joven profesional pero lleva más de 18 años de bagaje internacional y ahora vuelve a su tierra y se convierte en profeta con méritos merecidos: Imaginación, creatividad, originalidad y sobre todo, mucha sencillez y humildad, y eso me gusta mucho. Su prepostre llamado POMA consistió en una crema de aguacate, cremoso de chocolate blanco y te verde, brotes de mostaza, sorbete de manzana verde, bastones de granny Smith e infusión en frio de tomillo. Brillante, atrevido, sabores perfectamente identificables, texturas memorables y el aguacate como hilo conductor de un conjunto sensacional. Yo temía que a priori, la infusión de tomillo se comiera todo el conjunto pero Garbancita ya me advirtió que si la infusión era fría, los aceites esenciales del tomillo no se liberaban al uso y el sabor sería notablemente mejor (vamos, ni zorra) y así fue. De verdad que fue algo significativo ver como después de haber pasado por 6 platos impecables, la mesa entera levantaba la cabeza del plato y se emocionaba sobre todo lo que este plato les transmitía.

Poma by Rubén Álvarez

Bien, pues si el prepostre fue una hemorragia de placer, el postre nos dejó ‘ojipláticos y atornasolados :D’ o para que todos nos entendamos: FLIPADOS. Se llamaba MANGO SPICE y consistía en un cremoso de mango con chocolate con leche formando una espiral, yogurt con jengibre, dados de mango avión (que vale 5/6€ la pieza y que se llama así porque madura de una forma especial en las bodegas de carga de los aviones, consiguiendo una textura gelatinosa natural), pesto de cilantro (¡toma ya!) y crema helada de lima… No puedo definirlo de otra forma: ALUCINANTE. Imaginad todos los elementos que acabo de citar en la boca y que ninguno impone su sabor más que otro, que no hay distorsión, que todos armonizan, que no hay desequilibrio, no hay elementos discordantes, que cada uno mantiene su textura y propiedades y que cuando definitivamente se funden y los paladeas en boca se consigue un sabor apasionante, espléndido, llamativo, sencilla y llanamente prodigioso. ¿Se nota que Rubén nos impresionó verdad? Pues me alegra decir que no fui el único y lo suyo fue un clamor, sin desmerecer por su puesto el pedazo de menú con el que sus dos precursores nos habían obsequiado. Cada uno en su especialidad, lo bordaron 😉

Mango Spice by Rubén Álvarez

En fin, y entre cafés y charlas se nos hicieron las 18:00h y nos llamaron para subir al escenario y formar parte de la mesa redonda: Los medios y su influencia en la excelencia de la gastronomía. Fue casi mas una charla distendida entre buenos amigos (aunque algunos nos acabábamos de conocer en ese mismo instante) que un debate propiamente dicho. Garbancita Cristina hizo de moderadora y nos fue dando entrada sucesiva a los componentes de las misma: Antonio Crespo del CdT, David Doñate, Paco Bernabéu del Diario Información, Pedro López de La Verdad, Félix Cardona de la Gastroteca de Félix y servidor.

Sobremesas Alfonso Mira

Muchos puntos en común, muchas reflexiones que aunaban conclusiones y yo personalmente me quedo con la cercanía y buena predisposición que los medios tradicionales demostraron hacia el 2.0 o el formato online, siempre si hablamos con unos parámetros mínimos de coherencia y respeto. Mucha pasión por la gastronomía en la mesa y mucho camino por hacer, pero lo importante es que ya se ha empezado a andar.

Foto de participantes en la mesa redonda

Y nada mas ni nada menos. Con un gintonic de rigor de naranja, freson y pink47, mas sobremesa y buenos amigos llegamos al final de una jornada muy agradable en la que se hace justo volver a reiterar mi agradecimiento a la organización por hacernos sentir tan especiales y tratarnos con tantísimo cariño. Gracias Ana, Teo y Alfonso y todo el equipo que hizo posible el evento ;).

Presentación de Foodinterest y visita al stand Níspero C.R.D.O de Callosa d’en Sarrià

Foodinterest

El pasado día 24 de febrero tuvo lugar la presentación a los medios y curiosos de FOODINTEREST, una red social puramente alicantina, lo cual siempre es motivo de celebración, pero que además es íntegramente gastronómica, lo cual resulta magnífico para todos aquellos que somos apasionados del arte culinario y la gastronomía. La presentación tuvo lugar en el Recinto Ferial Alicantino IFA y contó con un nutrido grupo de asistentes que pudimos dar fe de las bondades que tiene este nuevo canal social gastronómico.

Oscar Carrión, Jaime Beltrán y Santiago ColomaTras el saludo y presentación inicial por parte de Emi Ortiz, secretaria de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (APEHA) el encargado de abrir las intervenciones fue Santiago Colomo, Responsable de Estrategia y Comunicación en medios electrónicos del Patronato Municipal de Turismo de Alicante, que destacó la importancia que desde ya hace tiempo la gastronomía tiene en la repercusión turística y en la motivación de quienes nos visitan esgrimiendo datos y analítica propia. A continuación, Jaime Beltrán, uno de los CEO de Foodinterest desgranó las principales virtudades de esta plataforma 2.0 entre las que yo personalmente destacaría su facilidad de uso, la posibilidad de socializar con personas con nuestras mismas inquietudes culinarias ya que podemos subir y compartir recetas, también podemos ‘hacer piña’ con gente que padezca alguna intolerancia alimenticia o que directamente, sea apasionada de un ingrediente o plato en concreto, como por ejemplo el chocolate o los spaguetti y la posibilidad de que los hosteleros dispongan de su página propia y puedan promocionar sus establecimientos así como POTENCIAR el DIALOGO con sus clientes actualesy potenciales, algo fundamental a día de hoy. Finalmente, el máximo responsable del Máster en Dirección de Restaurantes y F&B Hotelero de la UA, el gran Óscar Carrión, nos regaló una excelente presentación en la que fueron comentados los principales aspectos de la importancia gastronómica en cualquier ámbito de la promoción, la necesidad de formarse, adaptarse o reinventarse continuamente y el buen trabajo que se está desarrollando en la provincia en este sentido.

Oskar García y Paula FortunaLa anécdota vino acto seguido y con la moderación de Óscar,  y es que junto a Paula Fortuna, cocinera y responsable de las redes sociales del Restaurante Brel de El Campello, me pidieron que interviniera en la mesa redonda para dar mi punto de vista sobre las buenas prácticas en la gestión #SocialMedia en un Restaurante y contar el día a día de un Media Manager en este sentido. Agradezco a la organización la oportunidad de participar para aportar mi granito de arena y punto de vista.

Stand CRDO Níspero Callosa d'en Sarrià

Tras esto y aprovechando el certamen gastronómico que se estaba celebrando en el mismo reciento, un grupete de amigos nos acercamos a visitar el stand del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Níspero de Callosa d’en Sarrià, donde la Cooperativa Agraria Ruchey estaba presentando nuevos productos (a algunos de los cuales dedicaré un próximo post porque merecen la pena) y donde además, estaba mi amigo y grandísimo coctelero Felipe Fuster de Pipo’s Gin que estaba elaborando una de sus creaciones con Ginebra Seagram’s, lemon grass, limón, menta, una infusión de corte asiático y todo ello se culminaba con una pipeta de licor de níspero.

Mini Gin Tonic Asiático

¡Buenísimo (como siempre)! El lemon grass aportaba aroma pero no enmascaraba sabores y el licor de níspero le daba un punto de dulzor extra que hacía del conjunto algo delicioso. Fue un momento muy agradable de encuentros, compartir experiencias y ciertamente no nos hubiéramos ido nunca pero la jornada debía proseguir y cuando se va a coger el coche no conviene excederse con estos néctares, que son como cantos de sirena que uno debe ser fuerte e ignorar jejeje.  Solo me resta dar las gracias a Emi, Félix, Miguel, Javi, Andrés y Pipo por el rato tan divertido y agradable que pasamos 😉